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ANÁLISIS-Vuelve la prohibición de los cortos: ¿protección contra abusos o guerra contra la verdad?

Por Lawrence Delevingne, Simon Jessop y Jonathan Spicer

NUEVA YORK/LONDRES/ESTAMBUL, 19 nov (Reuters) - Las nuevas medidas para frenar las posiciones cortas o vendedoras en algunos países han sentado las bases para que se reabra la batalla entre los defensores del mercado libre y las autoridades que pretenden controlar a inversores que estarían especulando para desestabilizar a grandes empresas.

El regulador turco prohibió la venta en corto con acciones de siete bancos nacionales el mes pasado después de que los fiscales de Estados Unidos acusaran al prestamista estatal Halkbank de violar las sanciones contra Irán.

Corea del Sur contempla imponer restricciones mientras que las autoridades europeas investigan a los inversores con cortos por la supuesta manipulación del mercado; se trata de una tendencia creciente que Carson Block, fundador de Muddy Waters Capital LLC, denunció como una "guerra global contra la verdad", según comentarios hechos a Reuters.

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Mientras tanto, con el Brexit a la vista, las autoridades de Fráncfort, Roma y Ámsterdam podrían frenar temporalmente la venta en corto de empresas para contrarrestar las oscilaciones de precios provocadas por el divorcio europeo, informaron a Reuters altos cargos.

La eficacia de estas prohibiciones ha sido cuestionada por algunos académicos e instituciones, entre ellas el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Pero el ambiente global puede estar volviéndose cada vez más en contra de los vendedores en corto, que piden prestadas acciones y las venden inmediatamente, apostando a que el precio caerá antes de comprarlas con el fin de devolverlas, embolsándose la diferencia.

El Brexit y la guerra comercial entre Estados Unidos y China se encuentran entre las fuerzas políticas y macroeconómicas que han zarandeado los mercados, planteando nuevos enigmas a los reguladores. Las autoridades de Corea del Sur, por ejemplo, señalaron el conflicto comercial como una de las razones de sus posibles restricciones.

Estas prohibiciones han disminuido significativamente desde 2008-2012, cuando las autoridades tomaron medidas para frenar la caída de los mercados durante la crisis financiera mundial y la crisis de la deuda europea. En la primera, unos 20 países prohibieron la venta en corto de un total de más de 7.000 acciones, mientras que en el segundo se impusieron prohibiciones de alrededor de 1.700, según un estudio realizado en 2018 por la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), que supervisa el sistema financiero de la UE.

"Si bien la venta al descubierto puede ser una estrategia válida de negociación, cuando se utiliza en combinación con la difusión de rumores falsos del mercado, es claramente abusiva", dijo la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM, también conocida por sus siglas en inglés, ESMA) en 2011, mientras las prohibiciones de los cortos se extendían por toda Europa.

La agencia de la UE dijo que los países instituyeron las prohibiciones para restringir los beneficios de la difusión de falsos rumores o para lograr un campo de juego ecuánime en materia de regulación.

Los críticos de las prohibiciones, sin embargo, dicen que socavan el libre mercado, además de limitar la precisión de los precios de los activos y reducir los volúmenes de negociación, lo que aumenta los costes de transacción para todos los inversores.

Richard Payne, profesor de la escuela de negocios londinense Cass Business School, dijo que la investigación sugirió que "el efecto real de estas prohibiciones es simplemente aumentar los costes comerciales y reducir la actividad comercial".

ESCASO IMPACTO EN LOS PRECIOS

Por ejemplo, un estudio de la Reserva Federal de Nueva York de más de 400 acciones financieras estadounidenses durante los 14 días en que las prohibiciones de ventas en corto estuvieron en vigor a finales de 2008, mostró que no tuvieron el efecto deseado.

Estas acciones tuvieron un descenso medio del precio del 12% durante ese período, en gran medida en consonancia con las acciones no financieras no sujetas a restricciones. Entretanto, los costes de negociación de esas acciones habrían aumentado en más de 600 millones de dólares en comparación con los promedios, según el informe de 2012.

"Nuestro análisis... sugiere que las prohibiciones tuvieron poco impacto en las cotizaciones bursátiles", dijo, reconociendo que las causas específicas de los movimientos de precios no estaban claras. "Al mismo tiempo, las prohibiciones redujeron la liquidez del mercado y aumentaron los costes comerciales."

Un análisis de 2017 de las prohibiciones en corto por parte de la AEVM también reveló que no había ningún impacto estadísticamente significativo sobre los precios de las acciones o la liquidez.

La agencia de la UE, sin embargo, sigue dispuesta a realizar intervenciones específicas. Este año, apoyó la prohibición de dos meses de las posiciones cortas en la empresa de pagos Wirecard tras un controvertido informe de los medios de comunicación sobre irregularidades financieras por considerarla "adecuada y proporcionada para hacer frente a la amenaza que pesa sobre los mercados financieros alemanes".

Fabio De Masi, un parlamentario alemán de tendencia izquierdista, dijo a Reuters que las prohibiciones de posiciones cortas podrían ser herramientas políticas legítimas para tratar con los agentes bursátiles que aspiran a obtener beneficios de forma injusta y que podrían desencadenar el pánico en el mercado, incluso si su eficacia puede ser muy diversa.

En general, De Masi cuestionó el valor de vendedores en corto y dijo que los fondos de inversión deberían estar regulados. "No todos los actores financieros o la innovación son beneficiosos para nuestra economía", añadió.

La prohibición turca inicialmente hizo subir las acciones de los bancos, que se apoyaron además en los avances generalizados del mercado. Si bien los volúmenes de negociación cayeron a mínimos anuales en los días siguientes, desde entonces han comenzado a acercarse más a los niveles anteriores a la prohibición.

Los reguladores financieros de Alemania y Francia no quisieron hacer comentarios al respecto. Borsa Istanbul, la bolsa de valores turca, y un supervisor financiero no respondieron a una solicitud de comentarios.

"NOTICIAS FALSAS"

Las prohibiciones de ventas en corto no son un fenómeno reciente del mercado; tienen sus raíces a principios del siglo XVII, cuando las autoridades intervinieron para apoyar las acciones de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.

Algunos críticos, como Block of Muddy Waters, ven las prohibiciones y otras acciones contra los cortos como parte de un relato político más amplio.

"Las restricciones son una forma de ponerle la etiqueta de 'noticias falsas' a lo que en realidad son 'noticias veraces pero incómodas'", dijo Block.

Block añadió que después de que Alemania y Francia abrieran investigaciones sobre las posiciones cortas por sus apuestas contra las empresas cotizadas en dichos países, a él le entraron dudas sobre la pertinencia de hablar en público sobre sus posiciones cortas en ambos países.

Los fiscales de Alemania, Francia e Italia han investigado a los vendedores de cortos relacionados con su investigación y los que han apostado contra Wirecard, el grupo de comercio minorista francés Casino y el fabricante italiano de bioplásticos Bio-on, respectivamente.

Dan David, otro vendedor en corto de Estados Unidos, conocido por apostar en contra de las compañías chinas, dijo que temía acciones similares por parte de los reguladores mundiales en caso de que se produjera una recesión.

"Este tipo de intervención nunca funciona a largo plazo, pero nunca fracasa políticamente a corto plazo", añadió.

Khaled Abdel Majeed, fundador de la firma de fondos Mena Capital, con sede en Londres, dijo que la prohibición turca era una señal de debilidad económica y que se sentía inclinado a no participar en el mercado del país.

"Cualquier país que intente influir en el mercado mediante la promulgación de nuevas leyes no es una buena señal", dijo.

Kerr Neilson, fundador de Platinum Asset Management, un grupo inversor en renta variable de Sídney, dijo que se estaba acelerando el alejamiento respecto a las normas mundiales de libre comercio, por lo que podría haber más medidas gubernamentales contra los vendedores en corto.

"Vivimos en un mundo de intervenciones", dijo.

(Información de Lawrence Delevingne en Nueva York, Simon Jessop en London, y Jonathan Spicer en Estambul. Información adicional de Maya Nikolaeva en París. traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)