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Peleas de gallos, el brutal y millonario "deporte" nacional de Filipinas

  • <p>En la imagen, dos gallos participan en una pelea en el Coliseo de San Pedro, en la provincia filipina de La Laguna. En el país asiático esta tradición sangrienta cuenta con mucha popularidad. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Las peleas de gallos en Filipinas

    En la imagen, dos gallos participan en una pelea en el Coliseo de San Pedro, en la provincia filipina de La Laguna. En el país asiático esta tradición sangrienta cuenta con mucha popularidad. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Mientras que en buena parte del mundo occidental las peleas de gallos no están permitidas por cuestiones de bienestar animal o por la prohibición de los juegos de apuestas, en Filipinas es un fenómeno de masas y un negocio que mueve millones de dólares. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Un fenómeno de masas

    Mientras que en buena parte del mundo occidental las peleas de gallos no están permitidas por cuestiones de bienestar animal o por la prohibición de los juegos de apuestas, en Filipinas es un fenómeno de masas y un negocio que mueve millones de dólares. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Las peleas se celebran en grandes recintos a los que acuden miles de aficionados, en su mayoría hombres, para presenciar los combates y apostar. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Miles de aficionados en las gradas

    Las peleas se celebran en grandes recintos a los que acuden miles de aficionados, en su mayoría hombres, para presenciar los combates y apostar. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Durante la pandemia del coronavirus en los recintos se establecieron limitaciones de aforo, pero dos años después han sido eliminadas y las gradas se han vuelto a llenar para presenciar las peleas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Limitaciones en la pandemia

    Durante la pandemia del coronavirus en los recintos se establecieron limitaciones de aforo, pero dos años después han sido eliminadas y las gradas se han vuelto a llenar para presenciar las peleas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Los aficionados defienden esta brutalidad como parte de la identidad filipina y argumentan que se comerían las aves si no fueran entrenadas para estas peleas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Parte de la identidad filipina

    Los aficionados defienden esta brutalidad como parte de la identidad filipina y argumentan que se comerían las aves si no fueran entrenadas para estas peleas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>“En nuestro pueblo, más de la mitad de los residentes son galleros”, cuenta a AFP Dennis de la Cruz, un hombre de 64 años que se dedica a preparar gallos de pelea. Cuenta que nunca ha tenido un trabajo fijo y que sus ganancias provienen de este negocio. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    “Más de la mitad son galleros”

    “En nuestro pueblo, más de la mitad de los residentes son galleros”, cuenta a AFP Dennis de la Cruz, un hombre de 64 años que se dedica a preparar gallos de pelea. Cuenta que nunca ha tenido un trabajo fijo y que sus ganancias provienen de este negocio. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Según Chester Cabalza, antropólogo de la Universidad de Filipinas, las peleas de gallos suponen una unión entre ricos y pobres en un país plagado de desigualdad. Todos siguen las mismas normas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Unión entre ricos y pobres

    Según Chester Cabalza, antropólogo de la Universidad de Filipinas, las peleas de gallos suponen una unión entre ricos y pobres en un país plagado de desigualdad. Todos siguen las mismas normas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>En una sola pelea, y se celebran unas 15 cada hora (algunas de ellas duran menos de un minuto), cada apostante se juega entre 5.000 y 7.000 euros. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Entre 5.000 y 7.000 euros por apuesta

    En una sola pelea, y se celebran unas 15 cada hora (algunas de ellas duran menos de un minuto), cada apostante se juega entre 5.000 y 7.000 euros. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>“Si tu gallo gana, sales del cuadrilátero como un tipo duro, con una imagen de macho”, explica Edwin Lumbres, criador de aves. “Pero si pierdes, bajas la cabeza y te alejas como alguien cuya hombría es sospechosa”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    “Si tu gallo gana, sales del cuadrilátero como un tipo duro”

    “Si tu gallo gana, sales del cuadrilátero como un tipo duro, con una imagen de macho”, explica Edwin Lumbres, criador de aves. “Pero si pierdes, bajas la cabeza y te alejas como alguien cuya hombría es sospechosa”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Uno de estos gallos puede costar entre 50 y 300 euros dependiendo del récord de victorias de sus padres. Se crían en jaulas de alambre fuera de las casas o en refugios triangulares construidos en granjas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Los gallos cuestan entre 50 y 300 euros

    Uno de estos gallos puede costar entre 50 y 300 euros dependiendo del récord de victorias de sus padres. Se crían en jaulas de alambre fuera de las casas o en refugios triangulares construidos en granjas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Como no se podían celebrar combates durante el confinamiento, el gobierno dio un permiso especial para que se llevaran a cabo a puerta vacía y se retransmitieran a través de Internet. Había peleas durante 24 horas día, lo que hizo aumentar la popularidad del negocio, así como el número de apuestas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Aumento de la popularidad en la pandemia

    Como no se podían celebrar combates durante el confinamiento, el gobierno dio un permiso especial para que se llevaran a cabo a puerta vacía y se retransmitieran a través de Internet. Había peleas durante 24 horas día, lo que hizo aumentar la popularidad del negocio, así como el número de apuestas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Las peleas a través de Internet, conocidas como e-sabong, provocaron fuertes críticas al gobierno, ya que muchas personas se endeudaron e incluso aumentó el número de suicidios. Finalmente, fueron prohibidas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Deudas y suicidios

    Las peleas a través de Internet, conocidas como e-sabong, provocaron fuertes críticas al gobierno, ya que muchas personas se endeudaron e incluso aumentó el número de suicidios. Finalmente, fueron prohibidas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Una vez que pasó el confinamiento, volvieron las peleas en vivo. “La gente estaba enojada porque les quitaron su pasatiempo favorito”, explica Dondon Clanor, de 45 años, entusiasta de las peleas de gallos. “Ahora todos están felices”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    “Ahora todos están felices”

    Una vez que pasó el confinamiento, volvieron las peleas en vivo. “La gente estaba enojada porque les quitaron su pasatiempo favorito”, explica Dondon Clanor, de 45 años, entusiasta de las peleas de gallos. “Ahora todos están felices”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Sin embargo, cada vez es mayor la oposición a las peleas de gallos en Filipinas. Muchos animalistas sostienen que es cruel y que deberían prohibirse como en la mayoría de países. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    Crece la oposición

    Sin embargo, cada vez es mayor la oposición a las peleas de gallos en Filipinas. Muchos animalistas sostienen que es cruel y que deberían prohibirse como en la mayoría de países. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

  • <p>Katrina Del Espiritu Santo, de Personas por el Trato Ético de los Animales, trabaja para que se prohíban denunciando que las aves “están obligadas a pelear hasta la muerte”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
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    “Pelear hasta la muerte”

    Katrina Del Espiritu Santo, de Personas por el Trato Ético de los Animales, trabaja para que se prohíban denunciando que las aves “están obligadas a pelear hasta la muerte”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).

<p>En la imagen, dos gallos participan en una pelea en el Coliseo de San Pedro, en la provincia filipina de La Laguna. En el país asiático esta tradición sangrienta cuenta con mucha popularidad. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Mientras que en buena parte del mundo occidental las peleas de gallos no están permitidas por cuestiones de bienestar animal o por la prohibición de los juegos de apuestas, en Filipinas es un fenómeno de masas y un negocio que mueve millones de dólares. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Las peleas se celebran en grandes recintos a los que acuden miles de aficionados, en su mayoría hombres, para presenciar los combates y apostar. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Durante la pandemia del coronavirus en los recintos se establecieron limitaciones de aforo, pero dos años después han sido eliminadas y las gradas se han vuelto a llenar para presenciar las peleas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Los aficionados defienden esta brutalidad como parte de la identidad filipina y argumentan que se comerían las aves si no fueran entrenadas para estas peleas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>“En nuestro pueblo, más de la mitad de los residentes son galleros”, cuenta a AFP Dennis de la Cruz, un hombre de 64 años que se dedica a preparar gallos de pelea. Cuenta que nunca ha tenido un trabajo fijo y que sus ganancias provienen de este negocio. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Según Chester Cabalza, antropólogo de la Universidad de Filipinas, las peleas de gallos suponen una unión entre ricos y pobres en un país plagado de desigualdad. Todos siguen las mismas normas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>En una sola pelea, y se celebran unas 15 cada hora (algunas de ellas duran menos de un minuto), cada apostante se juega entre 5.000 y 7.000 euros. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>“Si tu gallo gana, sales del cuadrilátero como un tipo duro, con una imagen de macho”, explica Edwin Lumbres, criador de aves. “Pero si pierdes, bajas la cabeza y te alejas como alguien cuya hombría es sospechosa”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Uno de estos gallos puede costar entre 50 y 300 euros dependiendo del récord de victorias de sus padres. Se crían en jaulas de alambre fuera de las casas o en refugios triangulares construidos en granjas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Como no se podían celebrar combates durante el confinamiento, el gobierno dio un permiso especial para que se llevaran a cabo a puerta vacía y se retransmitieran a través de Internet. Había peleas durante 24 horas día, lo que hizo aumentar la popularidad del negocio, así como el número de apuestas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Las peleas a través de Internet, conocidas como e-sabong, provocaron fuertes críticas al gobierno, ya que muchas personas se endeudaron e incluso aumentó el número de suicidios. Finalmente, fueron prohibidas. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Una vez que pasó el confinamiento, volvieron las peleas en vivo. “La gente estaba enojada porque les quitaron su pasatiempo favorito”, explica Dondon Clanor, de 45 años, entusiasta de las peleas de gallos. “Ahora todos están felices”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Sin embargo, cada vez es mayor la oposición a las peleas de gallos en Filipinas. Muchos animalistas sostienen que es cruel y que deberían prohibirse como en la mayoría de países. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
<p>Katrina Del Espiritu Santo, de Personas por el Trato Ético de los Animales, trabaja para que se prohíban denunciando que las aves “están obligadas a pelear hasta la muerte”. (Foto: Jam Sta Rosa / AFP / Getty Images).</p>
TresB

Aunque en prácticamente todo el mundo occidental las peleas de gallos no están permitidas por razones de bienestar animal o por la prohibición de los juegos de apuestas, hay algunos países en los que se sigue celebrando. Uno de ellos es Filipinas, donde este negocio cuenta con una gran popularidad y mueve millones de dólares.

En este país asiático los combates se celebran en grandes recintos a los que acuden miles de personas para presenciar las peleas y apostar. Debido a la pandemia del coronavirus, los pabellones han tenido limitaciones de aforo durante los últimos dos años, pero estas se han eliminado y nuevamente las gradas vuelven a estar llenas.

Los aficionados defienden que esta tradición sangrienta es parte de la identidad filipina y que se comerían las aves si no las entrenasen para pelear, aunque cada vez la oposición a las peleas de gallos es mayor dentro del país.

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