La receta de la felicidad

Dicen que "Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace" y definitivamente tu actitud tiene mucho que ver en cómo te sientes. Suena muy fácil, y en realidad lo es. Te compartimos 8 sencillos ejercicios para que cambies el switch y te ayudes a encontrar tu felicidad.

Escribe un diario

No escribas pensando en quién lo leerá, pues lo harás sólo para ti. Se trata de escribir lo que piensas, cómo te sientes, qué quieres... Cinco minutos al día, nada más, que te ayudarán a desahogar la energía negativa, organizar tu cabecita y relajarte.

Si la página en blanco te intimida, recuerda que es para ti, y no tienes que darle explicaciones a nadie más que a ti misma.

No olvides hidratarte bien.

Somos más de 90% agua, así que para funcionar adecuadamente necesitamos hidratarnos. Seguramente lo has escuchado millones de veces ya, pero no queremos dejar de hacer hincapié en esto. Bebe agua (recuerda que todos los líquidos cuentan).

¡Ríete!

Con sólo sonreír tu cuerpo segrega endorfinas... Y cuando te ríes las endorfinas recorren TODO tu cuerpo. Fácil, ¿cierto? Sal con tus amigas o amigos, diviértete, elige una película cómica, ¿qué se yo? Lo que te haga sonreír (que deberían ser MUCHAS cosas) es tan saludable como comer bien y hacer ejercicio.

Consiéntete.

Existen estudios que demuestran que cuando las mujeres nos sentimos algo depres o cansadas, consentirnos nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo. Así que regálate unos minutos para ti, SOLO PARA TI. ¿Qué te gusta? Quizá tomarte un baño caliente, un masaje a tus pies, cepillarte el pelo... Lo que a ti te haga sentir bien, en calma y, sobre todo, consentida servirá.

Come grasas saludables.

"Grasas" y "saludables" son dos palabras que sí se llevan. Muchas de las células de tu cuerpo y cerebro se componen de grasas, y cuando éstas células faltan te puedes sentir ansiosa, nerviosa, deprimida o frustrada. Así que integra grasas saludables en tu dieta TODOS LOS DÍAS: aguacate, aceite de coco, mantequilla de maní...

¡Sal!

Los rayos del sol aumentan tus niveles de serotonina (lo que te hace sentirte bien). Así que cuando te sientas algo depre, o no tengas ganas de nada, date un "baño de sol" (como le llaman los ingleses), cambia un poco de aires, y respira profundo. Escoge un lugar donde te puedas echar el pasto, observa el cielo, las nubes... ¡déjate llevar!

Regala un poco.

No hace falta que andes repartiendo regalos por ahí, sino más bien regala un poco de tu tiempo, de tu atención, de tu amabilidad. Ayuda a una persona que lo necesite, incluso a un desconocido. Está comprobado que ayudar a otras personas nos hace sentirnos bien con nosotros mismos. Suena egocéntrico, pero estarás ayudando a alguien y a la vez a ti.

Libera tu estrés con aromas.

Hay ciertos aromas que nos recuerdan a nuestra infancia, que nos hacen sentir en calma... Búscalos, créalos y disfrútalos. Los nervios de tu sentido del olfato tienen una relación directa con tu circulación, tu sistema nervioso y tu sistema endocrino. Disfruta oliendo un poco de manzanilla o lavanda y relájate.