Peticiones y situaciones inesperadas que le suceden a un entrenador
Texto: Gabrimar Lascurain y José Manuel Nava
En el día a día de trabajo en un gimnasio, te puedes encontrar con situaciones muy gratificantes, algo especiales y, en ocasiones, muy simpáticas, curiosas y hasta ¡extrañas!
Y es que las relaciones humanas son muy complejas y cada cabeza es un mundo. “Somos un microcosmos".
Te compartimos algunas de las peticiones, comentarios y momentos raros que nos han sucedido como fitness managers. Algunas son muy bizarras, pero todas son reales.
- “En este gimnasio los entrenadores no están capacitados, pues no cuentan con cuerpos esculturales”. En muchas ocasiones la gente se confunde, no necesariamente un entrenador de cuerpo escultural está preparado o bien, es una persona sana.
En el club en donde trabajo busco que los instructores, si bien cuenten con un buen físico, antes que nada estén muy bien preparados y tengan muy claro lo que el servicio al cliente significa; nuestra filosofía es que la gente haga ejercicio para cuidar su salud y su cuerpo, ya que éste es el único con el que contamos, y si no lo hacemos, los años nos pueden pasar una factura muy cara. Esos cuerpos esculturales, en la mayoría de los casos, no son naturales; atrás de esos músculos existen muchos complementos que no necesariamente son buenos y saludables para la salud. Gabrimar Lascurain
- Una manera peculiar de contar las series y repeticiones en la rutina. Recuerdo a un socio que me causaba mucha gracia, pues para contar las series y repeticiones de su rutina, utilizaba bolitas de papel que iba pasando de un lado a otro. Siempre me quedé con ganas de regalarle un ábaco… Gabrimar Lascurain
- Tengo una boda este fin de semana y necesito perder 5 kilos… ¿tú me puedes ayudar o busco otro coach? Aunque este tipo de peticiones suelen ser bastante comunes para la mayoría de los entrenadores, muchos clientes realmente llegan convencidos de que podemos hacer milagros con sus cuerpos en solo 3 o 4 días.
No es broma, alguna vez una usuaria del club me pidió que la bajara 5 kilos en tres días para una boda, pero se molestó cuando le explicaba que intentar perder peso rápidamente era muy arriesgado para su salud… No me permitió terminar la explicación, se dio media vuelta para ir a buscar a otro colega con la misma petición… José Manuel Nava
- “El alumno que entra a la clase de spinning con audífonos y música propia”. Los profesores de clases grupales se esmeran y preparan rutinas especiales para que los entrenos disfruten el momento de hacer ejercicio; estos profesores merecen respeto. Existe gente capaz de entrar a una clase con todo y audífonos, haciendo caso omiso de las indicaciones que el profesor está dando, o bien, también tenemos al alumno contreras: si el profesor dice arriba, él va abajo, si dice velocidad, pone resistencia y va lento, en fin.
Lo que no logro comprender de este comportamiento, es que en algunas áreas del gimnasio existen bicicletas de spinning iguales a las del salón, para que sean usadas cuando no buscas estar en una clase grupal. Gabrimar Lascurain
- “Compré un paquete de 20 sesiones de coaching contigo, ¿pero solo me puedes acompañar?” Nuestro trabajo consiste en brindar a los clientes un programa de entrenamiento personalizado, con el que además de asesorarlos, debemos enseñarlos, corregirlos, asistirlos e incluso llevarlos más allá del objetivo que tenían pensado. Pero existen algunos clientes que pagan por que el entrenador le cargue su toalla, platique con ellos, cuente series y repeticiones o simplemente los vea entrenar…
La verdad es que eso solo demerita y desacredita el trabajo del verdadero entrenador. Y es que en otra ocasión, un cliente muy atento me dio su recibo de pago de 20 sesiones de entrenamiento, y me pidió que solo lo acompañara, no le interesaba tener un programa ni una asesoría, quería compañía mientras hacia su ejercicio. Entonces, de una forma muy atenta y respetuosa, lo recomendé a otros colegas que posiblemente lo pudieran tomar. José Manuel Nava
- “¿Por qué venden ese tipo de comida aquí si esto es un gimnasio?”… En las instalaciones del club donde trabajo tenemos máquinas dispensadoras que venden algunos tipos de golosinas, como las que a todos nos gusta comer de vez en cuando.
Conozco a una persona que padece de vigorexia, entrena todo el día, habla de que cuida mucho su alimentación, en fin, ya se imaginarán. Un día, esta persona pasó al lado de la máquina y con cara de asombro (y analizando bien su mirada y gestos, noté que su cara denotaba antojo). “¿Cómo es posible que tengan este tipo de máquinas aquí?; ¡estamos en un gimnasio!”, dijo. A lo que con toda calma respondí: “porque toda la gente que viene a este lugar es gente normal y de vez en cuando consume este tipo de comida, ¿tú no la pruebas?”… Al darse cuenta de que se había visto mal, nerviosa me dijo: bueno, si de repente me como una dona no pasa nada. Y se metió de inmediato al gimnasio. Gabrimar Lascurain
- “Mi esposa está molesta porque ‘no le ha funcionado’ el entrenamiento que me pones”… Un hombre joven (23 años) contrató mis servicios de entrenador personal. Todo aparentemente iba bien. A las 8 semanas de haber iniciado. Un día me comento mientras hacíamos su rutina: “mi mujer esta muy molesta porque no ha podido bajar de peso con esta rutina”. Desconcertado, le pregunte si estaba replicando su programa de entrenamiento con su propia esposa, a lo que el contesto que sí, pero que algo no andaba bien por que el ya veía cambios en su cuerpo pero ella no. Incluso, ella le pidió a mi alumno que me dijera que cambiara algunos ejercicios que no le gustaban por otros que ella había visto en una revista. En otro momento el enojo me hubiera ganado, pero el tiempo y la experiencia te enseña a ser menos reactivo y más pensante, por lo que respire profundo y en un tono amable le dije: lo mejor será que le contrates un coach y así se acaban las molestias. José Manuel Nava
Gabrimar Lascurain es Fitness Manager y José Manuel Nava es licenciado en educación física, especialista en fitness y multideporte
Quizás te interese:
Realiza ejercicio, pero cuida tu corazón
Reglas de seguridad e higiene en el gym
Esbelta y en forma, ¿por dónde empezar?