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Embutidos: delicias peligrosas

Los embutidos son alimentos de agradable sabor, podemos encontrarlos prácticamente cualquier supermercado, mercado o miscelánea. ¿Quién no ha degustado una rica botana acompañada de salchichas? Rico, ¿no?

Claro, es cierto que estas delicias representan una forma muy práctica para comer carne preparada de una manera rápida. Recurrimos a ellos para los almuerzos o meriendas y, de alguna forma, tenemos la percepción de que son saludables.

Por su elevado contenido de sodio, los embutidos pueden afectar nuestra presión / Foto: Thinkstock
Por su elevado contenido de sodio, los embutidos pueden afectar nuestra presión / Foto: Thinkstock

Sin embargo, no es así. Al contrario. Es importante que este tipo de alimentos los mantengamos al margen de nuestra dieta diaria. Sería importante detenernos a analizar la composición de la mayoría de estos productos.

Los embutidos como las salchichas, jamones y tocino, por ejemplo, son alimentos que se obtienen a partir de la transformación de las carnes, a las cuales se les agregan grasas animales, harinas, legumbres, sales, aromatizantes, colorantes y otros aditivos.

Contienen altas cantidades de grasas (en promedio 69%), principalmente saturadas, y de colesterol (entre 45 y 100 mg. -comparado con otras carnes que pueden contener únicamente entre 58 y 79 mg.-). Asimismo, contienen incluso microorganismos, que pueden causar algunas enfermedades, de ahí que se sugiere moderar o limitar su consumo.

No podemos negar que los embutidos son muy ricos, pero existen estudios que confirman que su consumo puede afectar seriamente nuestra salud, entre otras cosas:

• Pueden dañar nuestro corazón e hígado.
• Elevar nuestros niveles de azúcar.
• Dañan nuestra piel.
• Por su elevado contenido de sodio, pueden afectar nuestra presión.
• Elevan los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre.
• Evitar que el ácido úrico esté en niveles adecuados.
• No son la mejor fuente de proteína.

El consumo excesivo de embutidos como salchichas, tocino o jamón, incrementa en un 42% el riesgo de padecer enfermedades coronarias y en un 19% el de contraer diabetes.

Un grupo de científicos del Instituto Nacional de Cáncer de Rockville, en Estados Unidos, analizaron detalladamente los resultados de un estudio que duró ocho años y que fue aplicado a una muestra de trescientos mil hombres y mujeres, de edades entre los 50 y 71 años, confirmando con esto la relación que existe entre el consumo de carne procesada y el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. En 854 casos se detectó cáncer de vejiga; se encontró que los productos procesados como jamones, salchichas y tocinos, entre otros, contienen determinadas sales, conservadores, nitratos y nitritos de sodio, que al hacer reacción con el ácido clorhídrico del estómago, producen una sustancia cancerígena, concluyó el análisis.

El investigador R. Gram Barr, de la Universidad de Columbia, en Nueva York, llegó a la conclusión de que existe una relación entre el consumo excesivo de embutidos y carnes curadas y el riesgo de padecer EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica); lo anterior después de un estudio a 7,500 voluntarios sanos, de más de 44 años. La cantidad prudente de consumo de embutidos está alrededor de 60 gr., una vez por semana; consumir más de 14 veces esta cantidad al mes puede incrementar en un 71% el riesgo de padecer EPOC.

Si de acuerdo a lo anterior, aún te queda duda de si debes comer o no embutidos, te comento que dentro de la pirámide alimenticia ocupan el último lugar, es decir, se encuentran situados en la punta de ésta, lo cual nos indica que no deben formar parte de nuestra dieta diaria. Si realmente queremos cuidar nuestra salud debemos tener muchas reservas al momento de consumirlos. Recuerda... ¡Tú generas el cambio!

Gabrimar Lascurain es Fitness Manager

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