Creencias erróneas sobre el sexo en pareja
Muchas personas acuden a mi consultorio preocupadas por aparentes problemas sexuales; se muestran enormemente angustiadas porque su sexualidad no coincide con lo que cuentan otras personas. En muchos casos, esas vivencias están muy lejos de ser “disfunciones sexuales”. Simplemente se trata de creencias erróneas o inadecuadas sobre cómo deben ser los encuentros sexuales en pareja.
“No consigo tener un orgasmo durante el coito”. Muchas mujeres se preocupan por no poder alcanzar el orgasmo durante el coito, creyendo que son raras o que tienen alguna disfunción. Frecuentemente, se trata de mujeres que viven su vida sexual con gran satisfacción en el sexo oral o a través de la masturbación. Pero su preocupación se debe a suponer que el coito es lo que más debe hacer disfrutar a una mujer.
Anatómicamente, solo el tercio exterior de la vagina contiene un número suficiente de terminaciones nerviosas para provocar placer. El órgano sexual por excelencia de la mujer es el clítoris, cuya estimulación directa es la mejor manera de que la mujer consiga el orgasmo. En los gustos de cada una estará la forma en que desea ser estimulada.
“Mi pareja y yo no conseguimos tener el orgasmo a la vez”. El mito del orgasmo simultáneo suele crear ansiedad durante las relaciones sexuales. La preocupación excesiva por acoplar los ritmos de respuesta sexual, puede hacer que esta misma respuesta se bloquee en cualquiera de sus fases.
Resulta bastante complicado que una pareja consiga el orgasmo a la vez la mayoría de las veces. No tiene importancia quien llegue antes al orgasmo, ya que la relación sexual puede continuar hasta que el otro termine, o hasta que ambos decidan. Además, el poder vivir el momento en el que la pareja alcanza su grado máximo de placer, también proporciona mucha satisfacción.
“Si tardara más en eyacular, ella tendría un orgasmo” Esta idea, muy masculina por cierto, proviene de suponer que la mujer debe conseguir el orgasmo durante el coito. Si la mujer debe tener el orgasmo durante la penetración, el hombre debe proporcionarle tiempo suficiente para que ella llegue al orgasmo.
Mujeres y varones deben saber que el coito no es la práctica más adecuada para que la mujer consiga su orgasmo. La predisposición del hombre hacia el placer de ella es mucho más importante que el tiempo que tarda en eyacular. Si el hombre eyacula rápido la relación sexual puede continuar, con sexo oral o estimulación manual, lo cual puede ser favorecedor para la mujer. La mejor opción es que este tipo de prácticas (sexo oral o estimulación manual) se den antes de la penetración, para que la mujer tenga su orgasmo u orgasmos y se sienta satisfecha, o bien para que alcance un grado alto de excitación sexual antes del coito.
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