Anuncio
Mercados españoles cerrados en 5 hrs 57 min
  • IBEX 35

    10.628,50
    +31,80 (+0,30%)
     
  • Euro Stoxx 50

    4.994,04
    +11,28 (+0,23%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0846
    -0,0031 (-0,28%)
     
  • Petróleo Brent

    86,63
    -0,26 (-0,30%)
     
  • Oro

    2.159,00
    -5,30 (-0,24%)
     
  • Bitcoin EUR

    58.208,23
    -4.465,07 (-7,12%)
     
  • CMC Crypto 200

    885,54
    0,00 (0,00%)
     
  • DAX

    17.981,78
    +49,10 (+0,27%)
     
  • FTSE 100

    7.719,21
    -3,34 (-0,04%)
     
  • S&P 500

    5.149,42
    +32,33 (+0,63%)
     
  • Dow Jones

    38.790,43
    +75,63 (+0,20%)
     
  • Nasdaq

    16.103,45
    +130,25 (+0,82%)
     
  • Petróleo WTI

    82,49
    -0,23 (-0,28%)
     
  • EUR/GBP

    0,8550
    +0,0008 (+0,10%)
     
  • Plata

    25,13
    -0,14 (-0,53%)
     
  • NIKKEI 225

    40.003,60
    +263,20 (+0,66%)
     

¿Utilizan las compañías aéreas las cookies para encarecer sus billetes?

Desde que la venta a través de Internet de billetes de avión se popularizó, existe el rumor de que las compañías aéreas se dedican a encarecer los precios almacenando nuestros datos mediante las cookies. ¿Será verdad?

Cuando queremos comprar un billete de avión, solemos comparar los precios de varias aerolíneas. Para poder hacerlo, se pueden utilizar buscadores especializados que nos muestren todas las opciones disponibles, o entrar una a una en las páginas de todas las compañías. Suele ser habitual que los primeros precios que nos encontremos sean muy atractivos. Por ejemplo, en la compañía A, un vuelo desde Madrid a Ibiza cuesta 59 euros. Como queremos ver otras tarifas y opciones, a continuación visitamos la web de la compañía B, que nos ofrece el mismo viaje, pero nos sale un poco más caro: 79 euros.

Evidentemente, nos decidimos por la compañía A, pero cuando volvemos a su web, nos encontramos con que el precio es de 69 euros, 10 euros más caro que lo que habíamos visto en nuestra primera visita, que habíamos hecho apenas unos minutos antes. Como aún así es más barato, terminamos comprando. También puede ocurrir lo mismo sin visitar la web de otra compañía para comparar: pasados unos días, el precio que hemos visto en una página ha aumentado. Si nos pasa alguna de estas dos situaciones, se nos queda una sensación rara en el cuerpo... ¿Por qué ha encarecido de repente?

ANUNCIO

[Relacionado: Fomento realizará inspecciones para evitar fraude en los billetes de avión a las islas]

Mucha gente asegura que la culpa de estas subidas de precio repentinas hay que buscarla en oscuras maniobras de las compañías aéreas. En concreto, en una que consiste en aprovecharse de la información almacenada en las cookies de nuestros navegadores. Una cookie (Galleta en castellano) es un fragmento de información que se almacena en nuestro disco duro, a través de nuestro navegador (programas como Internet Explorer, Mozilla Firefox o Safari, entre otros) cada vez que visitamos una página web. Esta información puede ser recuperada por el servidor en posteriores visitas, para que nuestra navegación sea "más personalizada".

Volviendo al ejemplo anterior, las dos compañías aéreas 'saben' que hemos visitado las dos web y en función de eso, la compañía A ha aumentado el precio lo suficiente para que lo compremos, y no lo hagamos con el vuelo de la B. Evidentemente, ése no es el único factor que marca el precio del billete, pero sí que puede llegar a ser decisivo.

Borrar las cookies para saber si es verdad
Hay una forma muy sencilla de saber si esta teoría es cierta: solamente tenemos que borrar las cookies de nuestro navegador cada vez que queramos comprar un billete y automáticamente veríamos que el precio no ha sido inflado con este truco. Pero lamentablemente no vamos a ahorrarnos unos euros haciéndolo. Después de hacerlo, el precio se mantiene igual. Así que parece que así, la 'conspiración de las cookies' no existe.

Sin embargo, sí que es cierto que el precio del vuelo aumenta según avanzan los días (y se acerca la fecha del viaje). Esto ocurre porque las plazas disponibles en esos vuelos suelen disminuir con el paso de las semanas y en consecuencia, los asientos están más disputados. A menor oferta, y mayor demanda, aumenta el precio, lo que explicaría lo sucedido en el ejemplo del vuelo a Ibiza: el paso del tiempo hace que tengamos que pagar más por lo mismo.