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Tuitea la muerte de su marido sin saberlo

Actualités Internacional

“Ese accidente tiene una pinta horrible” escribió CaranJohnson en su cuenta de Twitter. Hasta el pasado miércoles, Caran tenía una peculiar afición: compartir en la red de microbloggin las incidencias detráfico que ocurrían en su ciudad, Vancouver, situada en el estado deWashington (EEUU).

Lo que no sabía Caran era que su marido viajaba dentro del coche que había quedado totalmente destrozado en una incorporación de lacarretera 205 de la ciudad estadounidense.

Johnson, que contaba con acceso a la frecuencia de radio de emergencias de la policía de su ciudad, empezó a tuitear sobre el accidente poco después de que ocurriera. En sus tuits se puede ver cómo su preocupación fue creciendo a medida que no conseguía localizar a su marido.

Su último tuit no pudo ser más dramático “Es él, está muerto”.

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Medios de comunicación de todo el planeta se han hecho eco de la terrible historia de Carna y su marido. Tal ha sido la avalancha, que CJ ha decidido cerrar su cuenta de Twitter. Por ello, no podemos mostrar susmensajes originales, solo extractarlos y traducirlos.

Todo empezó a las 13:41 hora local. La cuenta del Departamento de Transporte del Estado de Washington informaba de la colisión de dos coches en la carretera 205.

El periódico local The Columbian empezó a tuitear sobre elevento, avisando de que un helicóptero de salvamento estaba preparado por si había heridos.

Caran se unió a la conversación opinando sobre lo poco quele gustaba la carretera 205. “Odio esaparte de la I205 S. Demasiadas rampas, reducción de velocidady muy pocos carriles”.

A partir de ahí, escribió cuatro tuits en los que fue informando sobre loque escuchaba en la radio de emergencias. “Es una colisión de dos coches que está bloqueando la 205”. “El hospital está cerca, podrían trasladar a los heridos en ambulanciay no en helicóptero”.

Así hasta que en un momento escribe “No quiero entrar en pánico, pero mi marido se ha ido pronto del trabajo y utiliza la 205 para volver a casa. No me coje el teléfono”.

A continuación pregunta a la cuenta de The Columbian preguntando si disponen de una descripción de los dos vehículos implicados. La respuesta fue un lacónico “todavía no”.

La preocupación de CJ no hacía más que aumentar: “Mi marido siempre usa el manos libres, además se encontraba mal cuando se fue del trabajo”. “Acabo de llamar a su trabajo y me han dicho que casi se había desmayado, estoy muy nerviosa”.

Es entonces cuando Caran decide llamar a la Policía, y lo cuenta enTwitter: “He llamado a la Policía y me han pedido la matrícula del coche. Mehan dicho que ahora me iban a llamar. ¿Por qué?”.

Zachary Kaufman, fotógrafo de The Columbian, comparte una imagen en Twitter del terrible accidente a las 16:20.

Caran le pregunta que si puede hacer una foto al otro coche,algo que el reportero no puede hacer, porque las autoridades no le dejan acercarse al lugar de los hechos.

Poco después de anunciar que sus hijos ya han vuelto delcolegio, CJ escribe el terrible tuit que confirma sus sospechas: “Es él, está muerto”.

Al día siguiente, Caran agradece el apoyo de todos susseguidores, que durante los hechos pasaron de ser unos 500 a 1.300: “Gracias por las oraciones y por pensar en mí. Luego contesto a todos.”

Interés planetario

LA BBC, NBC News, el Times de la India… Medios de todo el planeta se han interesado por la dramática historia de CJ y su marido. Muchos periodistas se han acercado a casa de la mujer para intentar entrevistarla.

Tantos, que la propia CJ se quejó en Twitter, antes decerrar su cuenta: "Necesito ayuda. Tengo reporteros muy cerca de mi casa", escribió. "Por favor,medios de comunicación: no quiero hablar con vosotros, os doy las gracias por vuestros pensamientos y oraciones, pero no (quiero hablar) ahora".

A la vez, susvecinos han iniciado una colecta para ayudarla. De momento han conseguido unos7.500 dólares (unos 6.000 euros) y esperan conseguir 10.000, según informa TheColumbian. Una ola de solidaridad que esperemos aporte algo de esperanza a CJ en tan duros momentos.