¿Merece la pena asegurar un teléfono móvil?

La fiebre de los seguros, tan habitual en Estados Unidos, se está implantando en España. Si antes podíamos vivir con el seguro de la casa y el del coche, ahora se nos ‘mete miedo’ cada vez que hacemos una compra medio importante: viajes, televisores, bicicletas... Los que se llevan la palma son los móviles. Y más ahora que muchas operadoras han dejado de subvencionar los terminales.

Pero, ¿merece la pena contratar un seguro con ellos? Respuesta rápida: no, son demasiado caros, no son tan satisfactorios como sus primas, las polizas del hogar y el coche, y encima algunas aseguradoras utilizan tácticas discutibles para 'retener' clientes.

Primero, veamos los precios. En Orange, si queremos asegurar un flamante iPhone 5S nuevo, nos piden 12 euros al mes, lo que viene siendo 144 euros al año. El teléfono cuesta 699 euros, por lo que estaríamos pagando cada 12 meses el 20,1% el precio del teléfono.

En Vodafone, el precio es exactamente el mismo para ese móvil: 144 euros al año. Asegurar un smartphone de gama baja cuesta 36 euros al año.

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Movistar tiene una tarifa algo más económica para los teléfonos de alta gama. Cobra 10,99 euros al mes, que terminan siendo 131,88 al año. Pero si el móvil se rompe o te lo roban, tendrás que pagar 45 euros, por lo que al final pagas más que con Orange o Vodafone.

Pero volvamos al cálculo del porcentaje que hemos hecho con la cuota de Orange. Ese 20,1% sobre el precio del iPhone 5S de 16 Gb que nos cuesta el seguro nos sirve para compararlo con otras pólizas y ver lo absurdamente caros que son los seguros de móvil.

Por ejemplo, si tuviéramos un Seat Ibiza de 12.000 euros, tendríamos que pagar 2.412 euros al año por la póliza. Es decir, una auténtica barbaridad.

Como santa obsolescencia programada hace que los móviles no duren más de tres o cuatro años, al final terminaremos pagando unos 600 euros en concepto de seguro. ¿Demasiado, no?

Además, hay que tener en cuenta que si nuestro móvil se rompe, tendremos que adelantar el precio de la reparación y luego pedir el reembolso a la aseguradora.

Darse de baja, misión casi imposible
¿Y si dejamos de usar el móvil asegurado y queremos darnos de baja del seguro? Pues prepárate para una odisea de llamadas a teléfonos 902 (tarificación especial), charlas con teleoperadores taimados o infinitas cadenas de correos electrónicos que no tienen respuesta.

Así ocurre con la póliza ‘A Salvo’ de Movistar, tramitada por la filial española de la empresa aseguradora Marsh. Dar de baja un seguro contratado con esta compañía es una tarea que resulta demasiado complicada y frustante.

Al firmar con ellos, estamos aceptando una cláusula por la que el contrato se renueva de forma automática cada año (hasta un máximo de 5) a menos que les avisemos de que queremos darnos de baja dos meses antes de la fecha de pago anual. Para ello tendremos que enviar un mail, que no será respondido inmediatamente, ni mucho menos. Solo después de insistir e insistir con llamadas y otros mails recibiremos el mail que confirma que nos han dado de baja. Y aún así, conviene ir al banco a asegurarse que la domiciliación del recibo ha sido correctamente anulada.