Yahoo Finanzas Es el momento de cambiar de router
Cada vez tenemos más aparatos que necesitan conectarse a Internet a una buena velocidad. Ordenadores, tabletas, consolas, televisores e incluso sistemas de audio ‘chupan’ de nuestra red inalámbrica para que podamos disfrutar sus avanzadas funciones.
Y aunque en los últimos años las operadoras han mejorado la velocidad de descarga, se han quedado un poco anticuadas a la hora de renovar el router de sus clientes.
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Por ejemplo, hay mucha gente en nuestro país que contrató hace casi una década la por aquel entonces popular tarifa plana de 1 mega, que el operador fue aumentando primero a 3, luego a 6 y finalmente a 10 megas sin alterar el precio. Pues bien, muchos de esos clientes siguen utilizando el mismo router en sus casas, creando un desagradable efecto de cuello de botella: con esas antiguallas no se puede disfrutar de lo contratado.
En aquella época, esos aparatos utilizaban el estándar 802.11b, que permitía velocidad máxima de 11 megas. Cuando la conexión era de apenas 1 mega a Internet y en la red doméstica solo había conectado un ordenador, había sitio de sobra. Pero ahora es claramente insuficiente.
Algunas operadoras han renovado los router de sus clientes, sobre todo si estos han dejado de funcionar o si ha habido cambio de tarifa. Pero son muchos los que siguen teniendo el mismo aparato.
La mejor opción para ellos es hacerse con un flamante router con tecnología 802.11n que tiene una capacidad de hasta 150 megas por segundo. También los hay de hasta 450 megas por segundo, y no son excesivamente caros (para lo que suele ser el mundo de la tecnología): por 150 euros podemos comprar uno.
Pero hay una pega. Instalar un último modelo de router en casa suele ser un proceso complejo que se le puede atragantar a más de uno. En Internet existen cientos de tutoriales para realizar una correcta puesta en funcionamiento, conviene buscarlos y revisarlos para saber si seremos capaces de llevarlo a cabo, incluso antes de realizar su compra.
Razones para comprárselo
Mayor velocidad: para poder escuchar música en streaming de un aparato a otro, para poder imprimir documentos, jugar a videojuegos, que la tele siempre esté conectada a Internet...
Distancias largas: los routers modernos tienen más potencia que los antiguos, lo que permite que la señal sea más potente en habitaciones alejadas.
Mayor capacidad: podemos conectar más aparatos sin notar ningún tipo de problema
Mejor seguridad: los routers más modernos son más difíciles de hackear.
