Yahoo Finanzas Por qué Tráfico se parece cada vez más a Hacienda
Cada vez que vemos un aviso de radar en la carretera o sospechamos su proximidad, frenamos, abrimos los ojos de par en par y se activan todos los dispositivos de alerta en nuestro cerebro. A poco, la foto nos puede salir por 200 euros y 4 puntos. De ahí en adelante….
Los radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) captaron en 2015 un total de 3.286.799 de infracciones a nivel nacional en 2015 por exceso de velocidad, un 33,7 por ciento más que un año antes, de acuerdo con un estudio elaborado por la organización de defensa de los conductores de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Por cierto que estos datos no incluyen las multas de Cataluña ni del País Vasco, que tienen las competencias transferidas.
No parece extraño que en los últimos años haya crecido entre los ciudadanos cierta sensación de que los radares de tráfico sirven a intereses algo más espurios que el control de la velocidad y la seguridad al volante: hablamos de la recaudación. Y también parece que ese sentimiento se va arraigando en particular entre quienes han sido ‘pillados’ conduciendo a 131 kilómetros por hora en las grandes rectas de La Mancha sin más testigos de su paso que el antipático radar de Tráfico.
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Una interpretación simplista sería pensar que los conductores corren ahora más y por ese motivo los accidentes aumentan. Quizá haya algo de esto, pero lo que es evidente a todo razonamiento es que el Gobierno no está consiguiendo el objetivo fundamental de una buena política de tráfico: convencer a los conductores de reducir los excesos de velocidad en las zonas más peligrosas para disminuir el riesgo de accidentes.
A la vista de los datos cualquiera diría que los radares se están convirtiendo en importantes instrumentos de recaudación. Así al menos lo expresan abiertamente en la AEA y algo así deben pensar los conductores de regiones como Asturias, donde el año pasado los radares de la DGT captaron un 151% más de infracciones que en 2014, alcanzando una cifra de sanciones que nunca antes se había visto en el principado (110.998).
Hablando de Asturias, y sin necesidad de ir más lejos, habría que preguntarse por el porcentaje de accidentes que se deben al mal estado del firme, carreteras que más bien parecen el trazado de un Scalextric, arcenes escasos o curvas que no se puede tomar a más de 20 kilómetros por hora.
La sensación de que las multas de tráfico se han convertido en una fuente importante de ingresos para las arcas públicas,, complementaria a los impuestos, toma consistencia viendo los datos de sanciones y cómo los consumidores tratan de escabullirse.
El número de multas pendientes de pago contabilizadas en España por la DGT superaba los 20 millones entre enero y noviembre del año pasado, una cantidad que supone multiplicar por cinco veces el número de sanciones contabilizadas en los mismos meses del año anterior, fecha en la que la DGT ofreció datos, publica El Confidencial. Las multas contabilizadas por infracciones de tráfico en 2014 no llegaban a los cuatro millones.
Crecen las multas, pero también los impagos. Según la última auditoría de la DGT publicada a finales de 2014, la quinta parte de las cantidades pendientes de cobro ya había prescrito. Suma y sigue.
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