Yahoo Finanzas ¿Por qué la banca siempre gana? Mano de hierro con el ahorrador, guante de seda con el banco
Sorprendente, polémica y opaca ha sido la decisión del Banco de España de imponer a los bancos que no paguen por el dinero de los ahorradores más del 1,75% en los depósitos a un año.
El objetivo perseguido es que las entidades mejoren su beneficio para evitar nuevas quiebras como la de Bankia y, al mismo tiempo, lograr que aumente la inversión y el consumo de los españoles, al ser menos sugerente tener el dinero guardado en un depósito. También se busca reactivar el crédito a empresas y familias a un coste más bajo. Porque los bancos captarán dinero más barato y podrán por tanto prestarlo a un coste más económico.
Pero la medida es compleja y sus efectos pueden ser indeseados. El resultado, a corto plazo, es una limitación de la competencia entre los bancos y una penalización del ahorro que deja a los ciudadanos sin la posibilidad de mantener sin riesgos su poder adquisitivo, porque la citada remuneración está por debajo de la tasa de inflación del 2,9% con la que se cerró el año 2012.
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El procedimiento elegido para imponer esta norma es también sorprendente. El Banco de España ha hecho una recomendación verbal y no por escrito posiblemente tratando de evitar que se le acuse de propiciar la vulneración del principio de competencia que suponen las prácticas de concertación de precios. De hecho las autoridades de la Comisión Nacional de la Competencia analizan este miércoles si son legales esos límites a la rentabilidad de los depósitos.
La medida fija el tope del 1,75% para los depósitos a un año, del 2,25% para los de dos, y del 2,75% para los de tres años. Los tipos máximos exigidos son inferiores por tanto a los que estaba ofreciendo la mayoría de la banca para paliar las dificultades para acceder al dinero a gran escala del exterior. Las mejoras ofertas rondaban hasta ahora el 4% y alguna incluso lo superaba.
También resulta cuando menos paradójico que se ponga un tope a la retribución del ahorro de los españoles, del que viven los bancos, pero no se ponga límite alguno a los precios que cobran las entidades por los préstamos, que, al margen de los hipotecarios, están por las nubes y es casi milagroso conseguir que te den uno.
El Banco de España, teledirigido por el Gobierno, trata con mano de hierro al ahorrador y con guante de seda al banco, que se gana la vida con la diferencia entre el precio al que paga el dinero y al que lo presta.
Mientras once bancos ya han aplicado el límite a la rentabilidad de los depósitos, las asociaciones de consumidores han mostrado su oposición a esta medida y alguna incluso ha manifestado su disposición de llevar el asunto a los tribunales, pese a que el Banco de España todavía no ha dejado claro si presentará una circular para regular estos cambios.
Ahora, las alternativas que quedan para colocar el dinero de forma más o menos rentable y segura son cada vez más limitadas. Las Letras del Tesoro han desplomado su rentabilidad. Se sitúa en el plazo de 12 meses en el 1,47%, por debajo de ese límite propuesto para los depósitos bancarios.
Y por si fuera poco, el Gobierno quiere limitar la rentabilidad de otros productos de ahorro de los bancos, como pagarés o bonos. Las oportunidades para sacar jugo al dinero estarán, aunque con riesgo, en la bolsa y en los fondos de inversión. [IDNet Noticias]
