Yahoo Finanzas Luces y sombras sobre las nuevas pensiones ‘en diferido’ para las madres
El Congreso de los Diputados acaba de aprobar la creación de un nuevo complemento que beneficiará a las mujeres con hijos que se jubilen a partir del 1 de enero de 2016. El Gobierno calcula que este plan beneficiará 123.357 mujeres el año próximo y que su coste rondará los 51 millones de euros.
Con esta medida, las madres que lleguen a la edad de jubilación recibirán una cantidad extra en la paga, que será mayor cuantos más hijos hayan tenido. Es como un ‘premio’ por dar vida y criar a futuros cotizantes que serán decisivos para mantener el sistema, pero no todo el mundo lo ve igual. La medida viene cargada de polémica porque beneficiará más a las mujeres con pensiones más altas, algunos padres reclaman igual trato y las mujeres sin hijos se sienten desfavorecidas. En el fondo, cotizan igual que quienes que han sido madres y no entienden que estas últimas cobren más. La disputa está servida.
Este complemento tendrá carácter indefinido y permitirá a las madres –naturales o adoptivas –beneficiarse de un plus por su “aportación demográfica a la Seguridad Social”. Aquí entran todo tipo de pensiones contributivas, ya sean por jubilación, viudedad o incapacidad permanente. El incremento será del 5% para las madres que hayan tenido dos hijos, del 10% para las que hayan tenido tres y del 15% para quienes hayan tengan cuatro o más. Aunque las familias muy numerosas son cada vez menos habituales, tendrán que conformarse con ese 15% máximo.
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El texto de la medida, que fue incluida a través de una enmienda del PP a la Ley de Presupuestos, explica que este complemento por maternidad pretende “reconocer, mediante una prestación social pública, la contribución demográfica al sistema de Seguridad Social de las mujeres trabajadoras que han compatibilizado su carrera laboral con la maternidad”. Muchas mujeres que han sacrificado su derecho a la maternidad por el desarrollo profesional seguramente se estarán preguntando si la medida es justa.
Algunos hombres ven en esta ley una discriminación a favor de la mujer, pues la medida sólo se aplica a las madres, nunca a los padres. Ahora bien, habría que afinar en los cálculos. Según datos de la Unión Europea, las pensiones de jubilación de las mujeres son de media un 40% más bajas porque la brecha salarial es muy amplia (ronda el 31%) y porque habitualmente son las madres quienes interrumpen su vida profesional y luego no vuelven a trabajar a tiempo completo para atender a la familia.
También la patronal y los principales sindicatos han censurado la medida, en este caso por financiar el Plan de Apoyo a la Familia con cargo a las contribuciones a la Seguridad Social. Es más, UGT y CC.OO. han dicho que no acabará con las diferencias salariales entre hombres y mujeres ni contribuirá a fomentar la natalidad.
No parece que ‘premiar’ a las madres en el momento de jubilarse sea un estímulo a la maternidad. Entre otras razones porque quienes necesitan facilidades son las mujeres que hoy se plantean ser madres y quienes ya lo son pero encuentran trabas para compatibilizar trabajo y maternidad. Fiarlo todo a cobrar una pensión un poco más alta dentro de 30 años es demasiado fiar. ¿O no?
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