La furgoneta que resucita la moribunda España rural

Logística social. Ojo con este término que puede ponerse de moda en poco tiempo en la España profunda. Es un concepto que puede paliar problemas muy graves de aislamiento y desconexión del mundo padecidos por muchas zonas rurales de España.

La iniciativa se ha puesto a rodar en Soria, una de las zonas más despobladas del país y se basa en la colaboración entre una gran superficie comercial, una empresa de transporte y un puñado de familias que necesitan comprar de todo y que se lo lleven a su remota localidad.

El servicio arrancó a principios de 2014. La crisis había terminado con los vendedores ambulantes y los pueblos se encontraban totalmente desabastecidos. Hoy, la empresa La Exclusiva cubre cinco rutas semanales, con 24 pueblos y 200 kilómetros de recorrido por cada ruta. Van ya 350 familias atendidas y la cifra no para de aumentar. Tanto que han emprendido una campaña de crowdfunding para comprar un segundo camión y poder doblar el número de rutas, con el objetivo de llegar a un universo potencial de 3.000 familias rurales.

Soria es uno de los ejemplos de esa España interior que se está despoblando, la ‘Laponia mediterránea o Laponia del sur que llaman algunos y que incluye provincias de Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja o el interior de la Comunidad Valenciana, entre otras. Esa España sufre bajísimos índices de población que no superan los 12 habitantes por kilómetro cuadrado y altas tasas de envejecimiento. Esa tasa de densidad demógráfica va bajando cada año y hay que recordar que ocho habitantes por kilómetro cuadrado es el estándar que marca la Unión Europea para que un territorio sea calificado como zona con un problema de despoblación urgente.

En total, 17 provincias españolas padecen problemas demográficos. Y lo más grave es que vastas extensiones de nuestra geografía están ya “biológicamente muertas”. Es decir, que aunque todavía dispongan de población, casi el 100% de ella es mayor o ya anciana, sin generaciones jóvenes que vayan a mantener el pueblo vivo en las próximas décadas.

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La furgoneta de La Exclusiva es `por tanto una iniciativa simple pero brillante y revolucionaria que ya ha llamado la atención de una docena de provincias que quieren replicar el modelo.

“Se trata de fijar población, de que los que viven en los pueblos se puedan quedar a vivir, y la única manera de conseguirlo es que tengan todas sus necesidades cubiertas”, explican los responsables de La Exclusiva a El Confidencial. El supermercado Leclerc es el proveedor oficial. A cambio de acceder a centenares de clientes a los que de otra forma jamás llegaría, el hipermercado acepta hacerse cargo del coste de transporte de los pedidos. Es decir, los vecinos pagan exactamente lo mismo que si fueran a comprar a la tienda. “Todos ganamos: el cliente puede acceder a todo tipo de productos, incluidas las promociones, sin coste añadido y ahorrándose el viaje; el hipermercado accede a una nueva clientela y nosotros obtenemos un porcentaje del volumen total de ventas, además de prestar un servicio social”, indica la empresa de reparto.

Y más allá de la prestación de este servicio esencial para sostener la actividad de estos pueblos, la vertiente humana es si cabe más trascendental. En el pueblo saben que cada semana una persona va a visitar la localidad y los empleados de la furgoneta están pendiente de lo que necesitan, les dan conversación y les ayudan incluso en alguna chapucilla casera o haciéndoles alguna gestión en la ciudad que pueda ser delegada.

La furgoneta es oxígeno para estos pueblos, pero no basta. Hace falta apoyo institucional de todo tipo para favorecer la repoblación de estas zonas con gente joven que de continuidad a la pervivencia de estos núcleos rurales.

IDNet Noticias

@jorcha