Enterado, racional y rápido: radiografia del nuevo consumidor español
El Gobierno sostiene que el consumo alimentario se esta recuperando tímidamente desde finales de 2013. Sin embargo, mientras esa tendencia se consolida lo que nos deja la crisis es un cambio sustancial de los hábitos de consumo de los españoles.
En diez años, sobre todo a raíz de los siete años de vacas flacas y la irrupción de las nuevas tecnologías, nos hemos hecho unos pseudoprofesionales de la compra. Cada vez estamos más enterados de todo, somos más racionales y buscamos hacer una compra rápida en un entorno fácil. Acudimos a la compra sabiendo lo que queremos o, lo que es lo mismo, en modo piloto automático, según el último estudio de Nielsen.
Y aunque el gasto medio de los hogares es el mismo, la frecuencia con la que los ciudadanos van a los supermercados, tiendas e hipermercados ha aumentado (2-3 veces a la semana), lo que significa que en cada compra gastamos menos (una media de 15 euros). Unos hábitos que explican el porqué de la gran expansión de tiendas como Mercadona o Dia.
De hecho el informe, que acaba de ver publicada su primera edición, se llama Nielsen 360º tendrá periodicidad anual, constata que los establecimientos que se benefician de esta mayor frecuencia son los supermercados cercanos a los hogares, que ganan terreno y ya concentran el 72 % del gasto. Los hipermercados supusieron el 16 % del gasto, principalmente el de los hogares con varios miembros, con niños y la madre trabajando fuera.
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El estudio muestra un trasvase del consumo de fuera hacia el hogar, lo que supone que el gasto en bares y restaurantes haya caído más de un 4 %, un punto más que en 2012. Es lo que los expertos denominan "efecto vuelta a la madriguera".
Las conclusiones del informe cuestionan otro publicado recientemente por Promarca, el lobbie de las marcas de fabricante, en el cual se anticipaba que las marcas blancas empezaban a retroceder en el súper. Los expertos de Nielsen detectan, sin embargo, que la economía de guerra sigue imperando en los supermercados.
Los hogares españoles gastaron en 2013 una media de 2.300 euros en productos envasados de gran consumo, que es prácticamente lo mismo que un año antes. Pero un 77% de los consumidores ha cambiado sus hábitos para ahorrar y siete de cada diez compra solo productos básicos.
Es más, para Nielsen las marcas blancas han crecido un 0,9 %, principalmente las de alimentos envasados y productos del cuidado del hogar. Las bebidas alcohólicas de alta graduación fueron las que experimentaron un descenso más acuciado (8,8 %), con la excepción de la ginebra debido al boom del gin-tonic.
El precio es el rey, hasta el punto de que un 67 % de los españoles reconoce ser plenamente consciente de cuánto cuesta lo que compra e incluso un 46 % aprecia cuando se modifican los precios. La búsqueda activa de las promociones es uno de los comportamientos que más peso ha adquirido en los últimos años. Así lo hace un 45 %, mientras que un 31 % reconoce haber visitado un nuevo establecimiento en los últimos seis meses movido por las ofertas para almacenar "imprescindibles" para el hogar.
Las crisis prolongadas siempre generan cambios en los hábitos de consumo, pero cuando se pregunta a los consumidores qué van a hacer cuando la situación económica remonte, responden que van a seguir ahorrando en gas, electricidad y telefonía, pero quieren "volver a salir a cenar, a tomar copas, ir de vacaciones, comprar ropa y marcas habituales". Es decir, que la radiografía del consumidor de alimentación, bebidas y droguería no es ni mucho menos definitiva.
IDNet Noticias
@Jorcha