Ataque de ‘compasión’ de Hacienda: empieza a perdonar deudas…de hasta 3 euros

Parece que a Hacienda le ha dado un arrebato de generosidad. El equipo de Montoro ha decidido perdonar las deudas tributarias…. menores de 3 euros. Vaya, no parece que vaya a resolver la vida a nadie que tenga problemas de dinero y además la causa no es altruista. Simplemente, es que cuesta más gestionar esas deudas que lo que permiten recaudar.

La medida se ha incluido en una resolución conjunta de la Intervención General de la Administración del Estado y de la Dirección General de la Agencia Tributaria publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Según la Intervención del Estado y la Agencia Tributaria, la finalidad no es otra que evitar actuaciones recaudatorias que presupongan un "nulo provecho" para la Hacienda Pública.

Por todo ello, desde este martes se anulan y dan de baja las deudas de liquidaciones practicadas por la Agencia Tributaria de las que resulte una deuda pendiente de recaudar por un importe inferior a tres euros a 28 de febrero de 2014, así como las liquidaciones practicadas por órganos de la Administración General del Estado y organismos autónomos cuya gestión recaudatoria en periodo ejecutivo corresponda a la Agencia Tributaria.

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Mientras tanto la recaudación, pese a la mayor actividad inspectora y al brutal incremento de las sanciones, no vive sus mejores momentos. Los ingresos por fraude fiscal en España han registrado su primer paso atrás en los 23 años de funcionamiento de la Agencia Tributaria.

Si en 2012 la lucha contra el fraude permitió ingresar en las arcas públicas más de 11.517 millones de euros, el pasado año la capacidad recaudatoria se redujo hasta el entorno de los 10.950 millones, un 4,9% menos, según los cálculo que estiman desde el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), a la luz de los últimos datos publicados.

La economía sumergida y el fraude están desbordando todas las expectativas ante el incremento de la presión fiscal, la falta de dinero y el desprestigio de las instituciones. El dinero negro supone un volumen equivalente a entre un 20% y un 25% del PIB según distintas fuentes. Así, si bien para la Fundación de Estudios Financieros (FEF) el peso del fraude se ha mantenido estable en el entorno del 20% del PIB, los cálculos de los técnicos de Gestha elevan la cifra hasta los 253.000 millones de euros (un 24,3% del PIB).

Y la crisis no habría sino acentuado la evasión de impuestos, en cerca de 60.000 millones de euros más que escapan a Hacienda. Llegados a esta situación, el Estado y Bruselas son conscientes de que no se recauda dinero en las aguas procelosas del dinero negro, pero han decidido que por lo menos esa actividad sumergida aflore en términos de cálculo de la riqueza generada cada año por cada país. Se trata de embellecer las estadísticas, que la foto salga mejor.

Así que desde octubre, los estados pueden incluir en su PIB la actividad que estimen derivada del contrabando, la prostitución y el narcotráfico. Esto no permite recaudar pero sí al menos mejorar las estadísticas, sobre todos las de deuda respecto a la riqueza nacional. Y eso es lo que España, Italia y Reino Unido van a hacer.

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