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Si eres goloso, elige el peor asiento del avión

No es ningún secreto que en todos los aviones hay unos asientos más cómodos que otros, y por los cuales los pasajeros se ‘pegan’ por conseguir. La plaza que está junto a la salida de emergencia suele ser la más codiciada, ya que es hasta 15 centímetros más espaciosa y el respaldo del pasajero de delante no es abatible.

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Aprovechando esta circunstancia, la marca de chocolates Anthon Berg ha llevado a cabo una original acción de sampling en el aeropuerto de Copenhague. Gracias a ella, se da la curiosa circunstancia de que los pasajeros con los peores asientos del avión están más contentos que los afortunados que tienen las plazas más espaciosas.

Lo que han hecho ha sido crear un dispositivo bautizado como “Generous Upgrader”, que analiza la tarjeta de embarque de los viajeros y detecta la calidad de la plaza asignada. Cuanto peor sea, mejor es el incentivo que recibe el pasajero.

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Los viajeros que se apuntaron a la promoción recibieron desde un pequeño paquete de chocolatinas si su asiento era de los buenos, hasta un completo kit de viaje con sus respectivos bombones si tenían una de las plazas ‘odiadas’.

No sería de extrañar que a partir de ahora algún pasajero se fije si en el aeropuerto hay una promoción de este tipo a la hora de comprar un billete de avión. Es posible que un asiento junto al baño produzca más felicidad que uno en primera clase…

Una tienda donde se paga con buenos deseos
La marca Anthon Berg busca desde hace años asociarse con el concepto de “generosidad”, algo que plasma en todas sus campañas. Uno de los ejemplos más exitosos de sus originales acciones fue la instalación de una tienda en la que no se pagaba con dinero, sino con buenos propósitos.

Los compradores tenían que comprometerse a hacer una acción generosa con una persona en particular, lo que les permitía llevarse gratis una caja de chocolates de la marca.