¿Alguien pensaba que podría triunfar un vídeo de mujeres sudando?

Empieza el anuncio. Una mujer despampanante aparece en pantalla, con un cutis impecable, unas medidas de modelo, maquillada y peinada como mandan los supuestos cánones de la belleza hoy en día. El producto que te quieran vender es lo de menos: esta fórmula siempre ha funcionado y muchos están hartos de verla en todo tipo de campañas publicitarias.

[Te puede interesar: Mujeres desnudas salpicadas con leche, la polémica campaña que no le pega a Coca-Cola]

Si eso es lo que esperas ver en el siguiente vídeo, te vas a llevar un chasco. Durante un minuto y medio, todo lo que salen son mujeres sudando mientras realizan diversos ejercicios. Mujeres altas, bajas, delgadas, obesas, jóvenes y mayores. Mujeres bellas y reales, en definitiva, de las que vemos todos los días en la calle. Y, sin embargo (o precisamente por ello) el vídeo ha causado furor en la red.

Los responsables del éxito son los creativos de FCB Inferno, que han realizado este spot para Sport England con el fin de animar a las mujeres británicas a hacer más ejercicio. Tras una labor de investigación, descubrieron que la principal causa de que muchas mujeres británicas no realizaran ningún deporte era el miedo a ser juzgadas por su aspecto físico a la hora de sudar, cambiarse delante de otras personas o tener que llevar prendas de licra.

Por eso, decidieron mostrar mujeres reales haciendo todas estas cosas para acabar con las inseguridades y los prejuicios. Una decisión valiente que ha funcionado.

El nombre de la campaña es “This girl can” (Esta chica puede) y, además del spot, incluye una página web y un canal de YouTube donde se celebra la alegría de menearse, sudar y ser una mujer sana y activa de cualquier talla. Con este gancho tan poderoso, no es de extrañar que la campaña haya tenido una acogida entusiasta por parte del público.

El poder de la mujer real

Cada vez es más frecuente encontrarse con campañas de este tipo, en las que se prescinde de supermodelos y se opta por acercarse a la realidad.

Grandes ejemplos de ello son la marca Dove con su “campaña por la Belleza Real”, que lleva cosechando éxitos desde 2004, o la muñeca Lammily, una anti-Barbie de medidas realistas a la que se le puede incluso poner estrías, granos o picaduras de mosquito.