Por qué la jornada laboral debería ser de 10 a 7, no de 9 a 6

Desde hace unos años, en España se viene debatiendo sobre la necesidad de cambiar nuestros horarios. Que si cenamos demasiado tarde, que si estamos demasiado tiempo en el trabajo y no rendimos adecuadamente… Muchos expertos, como los de la universidad de Oxford, nos recomiendan adoptar el horario de Greenwich y retrasar nuestros relojes una hora de forma permanente para poder irnos a la cama antes.  

Pero de manera inesperada, un nuevo estudio recomienda justo lo contrario y es una especie de espaldarazo a nuestras costumbres más arraigadas. Según un trabajo publicado en la revista SLEEP, especializada en la ciencia del sueño, los horarios del trabajo deberían cambiar y pasar a ser de 10 a 19, con una hora para comer, en vez del de 9 a 6 actual.

Lo que motiva esta recomendación es el aumento del tiempo de descanso. Los autores del trabajo defienden que para dormir más es más efectivo retrasar la hora de levantarse que la de acostarse.  Y para ello, lo más recomendable es cambiar la jornada laboral.

Porque además han descubierto que el tiempo que no estamos durmiendo, lo solemos dedicar al trabajo: nos quedamos por la noche haciendo tareas o pensando sobre nuestro empleo. Así que si no podemos dejar de trabajar por la tarde-noche, al menos conseguiremos entrar más tarde y quedarnos en la cama más tiempo.

También sirve para el colegio
Además, el trabajo descubre que por cada hora que se retrasa la entrada al trabajo, se ganan 20 minutos de sueño. Este resultado también se observa en los estudiantes cuyas costumbres fueron analizadas y se les permitió entrar a clase 60 minutos más tarde de lo habitual.  

Las conclusiones del trabajo se basan en un estudio realizado con población estadounidense, pero las mismas conclusiones se podrían aplicar a España, ya que en nuestro país tendemos a acostarnos a altas horas de la noche a levantarnos pronto para ir a trabajar, con el consiguiente déficit de sueño y el daño a nuestra calidad de vida. Y por si esto fuera poco, lo habitual es que empezamos la jornada laboral a las 9 y la terminemos a las 19, dedicando o dos horas a comer, y regalando una hora de trabajo a la empresa.

Pero quizás si supiéramos que podemos entrar mas tarde y salir igual, podríamos descansar mejor. Para que el cambio fuera efectivo, también se tendría que dar en colegios e institutos: los niños deberían tener un horario similar al nuestro, como se recomienda en el trabajo publicado en SLEEP. Sería otra manera de alcanzar la conciliación familiar, un aspecto en el que España está a la cola de Europa.