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Coca-Cola pone a la venta su último producto, una leche enriquecida

El pasado mes de noviembre, Coca-Cola anunció que iba a comercializar por primera vez un producto que a priori no tiene nada que ver con su línea de negocio: la leche Fairlife. En su presentación, Sandy Douglas, responsable para Norteamérica de la compañía, aseguró que con ella “nos va a llover el dinero”. Y no le faltaba razón: cuesta el doble que el resto de las leches, según informa Bussiness Insider.

“Fairlife es un tipo de leche que sabe mucho mejor que la leche convencional. Las pruebas de mercado han sido impresionantes”, defendió en su día Douglas. Para producirla, Coca-Cola ha creado una empresa joint venture con varios productores lácteos supervisados por la multinacional. Según Douglas, en las granjas “se utiliza un sistema sostenible y muy cuidadoso con las vacas”.

La leche de Coca cola
La leche de Coca cola



Pero aunque el origen es el mismo que las demás leches, la de Coca-Cola es especial: no tiene lactosa, tiene un 30% menos azúcar que el resto, y aporta un 50% más de proteínas, además de ser rica en otros nutrientes.

Para conseguir la mezcla final, la leche pasa por un proceso de filtrado similar al que se somete a la leche desnatada. Primero se utilizan filtros para separar los componentes de la leche, y más tarde, se guardan más los componentes favorables (calcio, proteínas) y se le restan los menos favorables (azúcar).

Aunque la fecha de lanzamiento estaba fijada para el mes de diciembre, al final no se ha puesto a la venta hasta finales de enero. Y uno de los primeros en probarla ha sido un periodista de la página web The Verge, que ha tenido sentimientos encontrados respecto a ella.

Según cuenta Chris Plante, el sabor de Fairlife es un paso medio entre la leche normal y la leche de un batido. “Es más densa, y a veces me recuerda a un batido de proteínas”. Este símil no está nada desencaminado, ya que Coca-Cola ha revelado que utiliza el mismo sistema de filtrado para su leche y para Core Power, una bebida energética rica en ese tipo de moléculas.

El nacimiento de Fairlife ha estado acompañado de polémica. Su campaña de publicidad, realizada con mujeres provocativas vestidas con un traje de leche como si fueran pin-ups, no ha sentado nada bien en Twitter. Desde la red de microblogging han denunciado que los anuncios son ‘sexistas’ y ‘poco naturales’. Para realizar la campaña, la compañía ha adaptado varios dibujos de los años 50 a la actualidad.



Aunque Fairlife ya se vende en Estados Unidos, todavía no hay planes para comercializarla fuera de este país.

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