La guerra familiar de Gina Rinehart, la mujer más rica de Australia
Es un debate eterno: ¿da el dinero la felicidad? Unos piensan que sí; otros, en cambio, no están de acuerdo. Si, por ejemplo, le preguntáramos a la mujer más rica de Australia, Gina Rinehart, nos diría que pertenece al segundo grupo, aunque puede que ella misma se lo haya buscado. ¿La razón? Que tiene tal conflicto montado con sus hijos que ha terminado enfrentándose con ellos en los juzgados, destapando los bajos fondos de la familia ante una opinión pública nacional que no da crédito a lo que está viendo.
El problema surge a partir de la gestión de Hancock Prospecting, una empresa dedicada a la extracción de minerales que tiene gran parte de los derechos de explotación del depósito de mineral de hierro más grande del mundo, al oeste de Australia. La familia posee una cuarta parte de la compañía, y aquí es donde comienza el jaleo, ya que se calcula que en el litigio están en juego 3.000 millones de euros, nada más y nada menos, cerca de una cuarta parte de la fortuna de Gina (valorada en casi 14.000 millones).
Tres de sus cuatro hijos, John, Bianca y Hope, quieren quitarle a su madre el control de la empresa. ¿Por qué? Porque, según aluden, han sido engañados por ella, después de que supuestamente les dijera en septiembre de 2011 que, si no querían pagar 80 millones de euros en concepto de impuestos, deberían firmar un acuerdo que alargaría el control de Gina sobre la empresa.
La indignación de los hijos llegó cuando se dieron cuenta de que esta prolongación del control tiene vigencia hasta el año 2068, año en el que su hijo mayor, John, tendría 92, mientras que la protagonista alcanzaría los 114, si es que llega. "No queríamos ir al juzgado pero no hemos tenido otra opción", comenta Hope, de 27 años, enfrentada y disgustada con su hermana Ginia, de 25, el único de los cuatro hijos que apoya a su madre. "Lo que le están haciendo no tiene justificación alguna; es un asunto familiar privado que nunca deberían haber sacado a la luz", denuncia, reprochando el circo mediático que sus tres hermanos han montado en público.
No obstante, los abogados de Gina Rinehart tampoco se han quedado atrás a la hora de soltar carnaza. De hecho, no han dudado en acusar a sus hijos de comportarse como unos "mocosos", después de haber disfrutado de una "vida privilegiada, con escuela y sanidad privada, vacaciones infinitas, ropa de diseño, joyas y relojes de lujo…" Y esto aún no se ha terminado. Muy felices, desde luego, no parece que estén.