“Si España quiebra, ganamos un 300%”
Reza el dicho que "A perro flaco todo son pulgas". Algo así se puede aplicar a la economía española. La tasa desorbitada de paro, el déficit del Estado y las autonomías, la nueva reforma laboral y los recortes continuos en todas las partidas presupuestarias dibujan un panorama negro. Aún así, con la que está cayendo, hay gente que no tiene escrúpulos con tal de hacer negocio, hasta el punto de que son capaces de desear una quiebra de nuestro país para hacerse millonarios.
Lejos de ser una broma, esto existe y viene marcado por la especulación. Se puede preguntar si no a Carmel Asset Management, una entidad gestora estadounidense que ha tenido la osadía de publicar un informe en el que asegura que, si España quiebra, ganarán un 300% y se harán de oro.
La 'fórmula del éxito' presentada por la empresa tiene su base en la compra de CDS (Credit Default Swaps), una especie de seguros sobre un título de crédito que se convierten en rentables en caso de que este no pueda ser pagado o la entidad emisora incurra en suspensión de pagos. Haciendo una especie de comparación, sería como si un conductor contratara un seguro de coche y animara a todo el mundo a estrellárselo para poder cobrar una indemnización, simplificándolo mucho.
La compañía, por tanto, intenta ahora crear más desconfianza para que la deuda que subaste el Estado le salga cada vez más cara, ahogando así sus arcas. Lo hace a través de este informe, titulado "The pain in Spain" y recogido en medios internacionales como The Wall Street Journal, en el que enumeran varios puntos por los que, a su juicio, España está en peligro de quiebra. Entre ellos:
- Que nuestra economía tiene en realidad una deuda que alcanza el 90% del PIB.
- Que la vivienda caerá un 35% más.
- Que los bancos están completamente ahogados.
- Que nuestro mercado laboral es el menos competitivo de toda Europa.
- Que la UE no quiere ni puede rescatarnos.
Las premisas, sean ciertas o no, suponen un golpe bajo al unirlas con este afán de provocar el colapso de una economía que, al parecer, recibe muchos más ataques especulativos de los que creemos con fines interesados. Es, sin duda, la cara más salvaje y despiadada del capitalismo.