Una partida perfecta a Snake
Todos lo jugamos, pero nadie pudo terminarlo. Hablamos de Snake, el juego que venía de serie de los móviles Nokia a finales de los 90. Ahora, un gif animado en el que podemos ver una partida perfecta a este entretenimiento nos cuenta lo que pasaba. ¿Qué se ve cuando la serpiente no puede tragar más?
Si hoy en día la gente pasa sus ratos muertos con su móvil dándole a Angry Birds o a Apalabrados, hace 15 años las opciones eran mucho menos sugerentes. Bueno no, en realidad no había opciones: o jugabas a Snake o te guardabas el móvil en el bolsillo.
Porque Snake era el único juego que estaba disponible en los móviles Nokia de finales de los 90. Y no estaba nada mal: era tremendamente sencillo y adictivo. Tan solo teníamos que guiar a una serpiente insaciable para que comiera bloques y creciera y creciera.
El gif animado con la partida completa de Snake dura dos minutos, y podemos ver a tiempo acelerado una partida que en realidad duraría un poco más de 13 minutos. La serpiente devora 100 puntos y crece hasta los 801 bloques de longitud.
Puedes ver aquí la jugada completa en un gif animado
El juego no termina porque la serpiente ha conseguido todos los puntos, sino porque el bicho choca contra sí mismo porque ya no queda espacio en la pantalla. Es decir, en teoría en este juego no se puede ganar, solo se retrasa la derrota lo máximo posible.
Historia del videojuego
Snake no es un juego inventado por Nokia, ni mucho menos. El primer videojuego de este estilo se llamó ‘Blockade’ y se puso a la venta en 1976. Era una máquina recreativa que disfrutó de gran éxito.
Un par de años después, en 1978, apareció una versión para los ordenadores Commodore y el Apple II llamada ‘Worm’ (gusano).
Desde ‘Worm’ aparecieron decenas de juegos similares que siempre mantienen la misma dinámica.
Cuando los móviles empezaron a ser mucho más potentes, Nokia desarrolló una versión ultra hormonada de Snake (incluso se publicó una para la consola-móvil N-Gage) en el que podíamos jugar con la serpiente en 3D. Pero el producto carecía del discreto encanto del Snake original y era mucho menos adictivo.