Apple no podrá utilizar el nombre ‘iPhone’ en Brasil
Apple tendrá que llamar a su producto más famoso de otra manera. El iPhone ya no podrá llamarse iPhone, al menos en Brasil. La culpa la tiene una sentencia que da la razón a una empresa carioca que solicitó el registro de ese nombre en 2.000.
El Instituto Nacional de Propiedad Industrial del país sudamericano ha publicado en su boletín oficial la orden en la que sentencia que el fabricante brasileño IGB Electrónica es el único que puede usar de forma comercial la marca iPhone en Brasil.
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Esta empresa registró el nombre en 2.000 y le fue concedido su uso en 2008. Desde que Steve Jobs anunciara al mundo en 2006 el teléfono de su empresa, los abogados de IGB han intentado frenar su comercialización en el país que dirige Dilma Rousseff.
IGB electrónica fabrica móviles, dispositivos electrónicos y periféricos informáticos bajo la marca comercial ‘Gradiente’ puso a la venta el pasado mes de diciembre su iphone (en minúsculas).
¿Y cómo es él?
Para más inri, el iphone canarinho funciona con Android, el sistema operativo creado por Google, el gran rival de Apple en el terreno de los smartphone. El nombre completo del polémico cacharro es ‘iphone Neo One GC 500’ -una nomenclatura que haría que un gran amante del minimalismo como Steve Jobs se hiciera cruces de espanto- y cuenta con una pantalla de 3,7 pulgadas con una resolución de 320 x 480, dos GB de almacenamiento y cuesta unos 217 euros.
Según el diario O Globo, Apple intentó sin éxito registrar el nombre de su archiconocido producto en 2006, 2007, 2010 y 2011, pero el Instituto Nacional de Propiedad Industrial brasileño sólo le dio permiso para usarlo para -agárrense- ropa, calzado y sombreros. Nada de teléfonos.
Nada de 'iPhone' para un teléfono, pero...
Dicho organismo todavía tiene 11 peticiones de la empresa norteamericana para poder usar ‘iPhone’, O Globo adelanta que todas van a ser rechazadas y que no le van a conceder el permiso para utilizarlo en ningún dispositivo electrónico digital móvil, ni para aplicaciones de software, pero sí para embalajes o servicios.
Este último dato es interesante, ya que podría vender cajas con la palabra iPhone escrita, pero el teléfono no podría incluir su nombre en la parte de atrás como hasta ahora.
Imaginamos que todo este entuerto se solucionará con un jugoso acuerdo extrajudicial que permitirá a los de Cupertino seguir vendiendo su móvil sin ningún tipo de cambio respecto a los que vende en otros países.