Yahoo Finanzas ¿Por qué no cuadran las cuentas de las pensiones y de la hucha que las garantiza?
El futuro de las pensiones tal y como las conocemos es incierto, puede decirse incluso que es preocupante. Ya no van a subir en función del IPC y existen serias dudas sobre la resistencia de la hucha que las garantiza, el llamado Fondo de Reserva.
En los últimos dos años el Gobierno ha empleado la friolera de 23.361 millones de euros de este fondo, incluidos los 5.000 detraídos del fondo de las mutuas, que ya ha dejado el contador a cero. Dinero sin el cual no se habrían podido pagar las pensiones. La realidad es que en la hucha quedan 59.350 millones de euros, de los que la inmensa mayoría está invertida en deuda pública española. Al ritmo a que el Gobierno está haciendo uso de sus fondos, la hucha estaría totalmente vacía en cinco años. Que siga manteniendo todo o parte de su patrimonio depende de la recuperación económica y del éxito de una reforma polémica.
El problema deriva de que las cuentas no cuadran. En 2013, los gastos en pensiones supondrán un 13% más que los ingresos, si bien sólo un tercio de ese desajuste es estructural, es decir, que no deriva de la situación de crisis que vive el país.
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El año próximo, España gastará un 12,5% de su PIB en atender su política de pensiones (127.484 millones de euros). La dotación cubrirá la nómina de las pensiones contributivas del sistema, principalmente las de jubilación, los complementos de las pensiones más bajas para que alcancen el mínimo legal, y las pensiones asistenciales. El presupuesto también servirá para dar cobertura a una subida del 0,25% en las pensiones del sistema, que teniendo en cuenta la pensión media ascendería a unos dos euros al mes.
Y según los cálculos del propio Gobierno, la Seguridad Social acumulará un déficit de 36.500 millones en 2016 por el aumento de los beneficiarios y el desfase entre costes e ingresos que provocan las altas cifras de desempleo.
Si la situación mejora algo, como parece probable, hay que echar cuentas para averiguar qué puede pasar. Pero los números son muy tozudos. Hasta 2050 se prevé que el número de pensionistas pase de 9 a 15 millones de personas, lo que hace difícil que la pensión media gane poder adquisitivo sobre el salario medio (tasa de sustitución), puesto que para ello deben subir los ingresos del sistema por encima de los gastos.
No parece factible que se pueda elevar el número de cotizantes hasta los 27 millones que harían falta para compensar el incremento del número de pensionistas si tenemos en cuenta que ahora hay 16,3 millones de personas que pagan a la Seguridad Social. Los expertos del BBVA señalan tres vías para cuadrar las cuentas, que no son excluyentes unas de otras. La primera sería la de aumentar los complementos a la pensión con planes privados, la segunda pasaría por destinar más recursos públicos, detraídos de otras partidas sociales o a través del pago de más impuestos, para el pago de pensiones o, en tercer lugar, por hacer reformas estructurales que desemboquen en la medida de lo posible por reducir el desempleo y ampliar la base de cotizantes. Como vemos, el escenario de nuestra futura jubilación es realmente complicado.
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