Yahoo Finanzas Los errores con las fincas y el NIF de la Infanta ponen Hacienda patas arriba
El escándalo público que ha supuesto la asignación a la Infanta Cristina, por un error de Hacienda, de varias fincas dentro de la investigación del llamado caso Nóos ha provocado un verdadero tsunami en la institución pública.
La lentitud a la hora de aclarar lo sucedido y la confusión y las sospechas de negligencia en la gestión del caso por la Agencia Tributaria han precipitado el sacrificio de la cabeza de esta institución y de buena parte de su equipo de colaboradores.
Hacienda ha justificado que varias fincas aparecieran a nombre del NIF de la Infanta como un error lamentable que acabó en manos del juez y ha pedido comprensión porque "estos errores en el procedimiento administrativo se producen". "Que nadie vea intención alguna en los errores", ha afirmado el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Las sospechas sobre una supuesta manga ancha del fisco con algunas personas poderosas se han disparado y el propio ministerio ha tenido que salir al paso.
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"No hay agujeros negros de control de la familia real ni de nadie", afirman en Hacienday recalcan que "no hay ningún número de identificación fiscal (NIF) que no sea inspeccionado ni antes ni ahora". Niegan que pueda utilizarse este número de la Casa Real para burlar controles de la Agencia Tributaria.
Ante la mala imagen ofrecida, se han precipitado los acontecimientos. Primero el Gobierno relevaba "a petición propia" a la directora de la Agencia Tributaria, Beatriz Viana, y ha nombrado en su lugar a Santiago Menéndez Menéndez.
El Gobierno ha vendido que la decisión de Viana ha sido voluntaria y ha agradecido "su labor y su entrega en este tiempo". El propio ministro asegura que Viana ha entendido que su relevo fortalece la credibilidad de una institución como la Agencia Tributaria y ha pedido que "no se busque tres pies al gato" con su relevo. Ésta semana se conocía el cese de siete cargos situados justo un escalafón por debajo de los anteriores.
Entre ellos, el director adjunto de recursos humanos y el jefe de la oficina nacional de gestión tributaria. Esta renovación se suma a los otros cinco cargos cesados justo después de la marcha de Viana, entre ellos, el delegado central de grandes contribuyentes, y la directora del departamento de recaudación. Un verdadero vuelco en la dirección del fisco que sólo disipará dudas si un suceso parecido no vuelve a repetirse o se explica con claridad.
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