Llega la banca ‘low cost’

Las cosas se mueven en Francia, la estigmatizada por los mercados como monolítica economía intervencionista anquilosada. Pese al enorme peso del Estado en la banca, el país vecino acaba de sorprendernos al permitir el gobierno de Hollande la aparición de bancos low cost. También ha causado sorpresa, por ejemplo, su inesperado buen dato de crecimiento económico en el último trimestre del año.

Desde este mes, cualquier ciudadano puede abrir una cuenta bancaria en un estanco-quiosco si presenta un carné de identidad y un teléfono móvil, siempre que el estanco sea uno de los 60 autorizados a ejercer como banco por el Estado. Al calor de la irritación social creada por el sistema financiero, los promotores han visto una oportunidad para atraer público joven, parados, antisistema, malos pagadores, desahuciados, embargados y demás. El eslogan no deja indiferente: “100% útil, 0% tóxico”.

Este servicio, denominado Compte Niquel, se basa en cobrar comisiones bajas, al menos respecto a lo usual en Francia. La oferta es que los gastos anuales no superarán los 50 euros (lo normal en Francia es pagar entre 10 y 20 euros mensuales por mantener una cuenta corriente), según detalla El País. La cuenta puede abrirse en cinco minutos y el negocio está supervisado por el Estado para evitar estafas.

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Su objetivo comercial clave son por tanto “los clientes que no quieren saber nada de los bancos y aquellos a quienes los bancos no quieren”. Compte Niquel no da crédito y no permite los descubiertos. En cuanto se cae en números rojos el titular el cliente es avisado mediante un SMS. Pero sí se pueden realizar pagos y transferencias con una tarjeta pagando 20 euros anuales. A final de año espera contar con 5.000 cuentas. Los promotores recuerdan que en Francia hay 27.000 estancos.

El intento de crear algo parecido a una banca low cost se abordó hace ya tiempo en España, aunque con otro enfoque. Un banco tradicional, como Banesto, se lanzó hace unos años al mercado como iBanesto, con la campaña Low Cost Banking: Gastamos menos para darte más, y el objetivo era competir con el desembarco de la banca por internet, como ING o Unoe. Ese proyecto de la filial de Santander se ha diluido. Más recientemente, lo más parecido que encontramos en España a banca low cost es Evo Banco, que ofrece rentabilidad algo más elevada en sus productos de ahorro y escasas comisiones, pero opera como banco tradicional a través de unas 80 sucursales y cubre todo el abanico de productos bancarios.

Para permitir esta banca de baratillo Francia ha traspuesto a sus leyes una directiva comunitaria. España, todavía con la reforma financiera inacabada, puede hacerlo también pero no sabemos si seguirá el ejemplo francés. Permitidme que lo dude.
IDNet Noticias
@Jorcha