Las cifras españolas que hacen estremecer a los inversores

Nada mejora para la economía española. Eso es, al menos, lo que deja entrever la batería de datos macroeconómicos publicados ayer por diversas instituciones españolas, que muestran que la desconfianza que continúa anidando en el ánimo de los inversores de todo el mundo tiene sus raíces en el estado de la economía real del país. Quizá el dato que mejor ilustre la falta de confianza de los inversores extranjeros es la salida de dinero del sistema financiero.

Según los datos que ofrecía ayer el Banco de España al publicar la balanza de pagos, en el mes de mayo salieron 41.300 millones de euros , casi 15.000 millones más que un mes antes. Desde comienzos del año, la huida de capitales ha sido de 163.000 millones de euros. Desde luego, se trata de una cifra tan significativa como escalofriante.

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Pero en la balanza de pagos hay más datos inquietantes. Por un lado, la inversión directa de los extranjeros en España ha sido inferior a la que los españoles hemos hecho en el exterior. Un punto que muestra que cada vez menos los extranjeros consideran un buen negocio poner su dinero en este país y lo que quizá es más significativo, que los españoles seguimos considerando que es más rentable invertir en el exterior. El año pasado la diferencia era positiva para España, lo que destaca algo que el ciudadano de a pie descubre día a día: que las cosas parecen estar peor.

El resto de apartados de la balanza de pagos de España hasta mayo, que no es otra cosa que el documento que muestra los intercambios con el extranjero, es básicamente muy parecido a lo que debería ser. Importamos menos de lo que exportamos, algo que es positivo para nuestra economía, ya que rebaja nuestra factura con los extranjeros. Eso sí, deja al descubierto que como los españoles cada vez consumimos menos, pues necesitamos importar menos también. Así, el déficit por cuenta corriente cayó hasta mayo en 755 millones de euros. Sigue siendo positivo también el saldo de la compraventa de servicios, que aumenta con respecto al año pasado. En este apartado destaca el turismo, el verdadero motor de la economía española.

Ayer también conocimos que el déficit del estado hasta junio fue del 4,04% del PIB, un dato que muestra que el objetivo del 6% para el final del ejercicio va a ser complicado, por mucho que parte de este desfase se haya originado por las transferencias a las autonomías.

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Hoy los medios extranjeros hablan de que Luis de Guindos ha pactado nuevos recortes en España para los próximos meses a cambio de apoyos que ayuden a rebajar la prima de riesgo. Veremos.