Yahoo Finanzas La ‘invasión’ de parados españoles pone en alerta a Alemania
Alemania se ha convertido en una especie de El Dorado migratorio para miles de españoles que no encuentran cómo buscarse la vida en nuestro país. Los datos así lo demuestran. Se podría decir que se está produciendo una avalancha con destino a ese país, considerado como una de las mejores opciones para encontrar empleos cualificados y no cualificados con buenas condiciones salariales y sociales.
De este modo, en la primera mitad de este año, la emigración española con destino Alemania ha aumentado un 53% respecto a unas cifras de 2011 que ya habían crecido sustancialmente. En total, la pujanza económica del país y la crisis de muchos estados ha provocado que Alemania haya recibido medio millón de inmigrantes de todas las nacionalidades de manera legal en la primera mitad del ejercicio, es decir, sin contar con la llegada de personas que no cumplen con los requisitos de registro.
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Las angustias de la crisis se notan y la afluencia de ciudadanos de países castigados por la recesión es claramente superior. La emigración desde estos países aumenta el 74%, liderada por Polonia y seguida de España y Portugal, con un aumento del 53%.
Pero según va creciendo la población española en el país que dirige Angela Merkel, algo que se palpa día a día en las calles de sus principales ciudades, aumenta el recelo hacia esa avalancha y sus consecuencias sociales. La prensa ya se ha puesto en guardia. El periódico de referencia 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' recordaba que el país tiene tres millones de parados y que hay que aprovechar el potencial de ese colectivo antes de buscar fuera del país. La inversión en formación y aprendizaje del alemán que están realizando las empresas con los españoles daría mejores resultados para Alemania si se aplicase en incentivar y elevar la cualificación de los jóvenes alemanes, añade este diario. Su receta es restringir la entrada a trabajadores altamente cualificados y a personal que pueda de forma efectiva defenderse en alemán. Otro medio de comunicación terciaba en el tema estos días para decir que lo que preocupa a los alemanes no es tanto el número de españoles que trabaja en su país, sino los que lo hacen a través de relaciones laborales informales e indocumentadas, con lo cual no aportan al sostenimiento del país.
Sin embargo, las empresas alemanas, con el apoyo de las regiones, los lander, prosiguen con sus entusiastas gestiones para reclutar españoles, especialmente ingenieros y aprendices de oficios. Solo la Cámara de Comercio de Fráncfort asegura que necesita con urgencia más de 140.000 estudiantes de FP, que ganan entre 500 y 800 euros netos al mes durante su formación y que son contratados después en las mismas empresas donde han sido formados con contratos medios de 3.000 euros brutos.
Alemania, con un idioma difícil de dominar, no es sin embargo el único país de destino de la enorme corriente migratoria que se ha puesto en marcha en España ante la imposibilidad de encontrar empleo aquí. Un éxodo que es general y que por tanto no solo afecta a los españoles. Según los datos del Instituto Nacional del Estadística español, entre enero y septiembre de esta año abandonaron España 420.150 personas, de las que 54.912 eran ciudadanos nacionales, en muchos casos con alta cualificación, y el resto inmigrantes que buscaban nuevos horizontes.
Desde 2008, comienzo de la crisis, han dejado España más de 2 millones de personas, de los que más del 10%, unas 225.000, son españoles. ¿Se puede permitir un país que quiera asegurar su presente y futuro una sangría de este tipo durante mucho tiempo?
