Yahoo Finanzas Esto no es Chipre pero a veces podría parecerlo
Curiosa coincidencia la ocurrida sobre el futuro de los depósitos en España tras el corralito parcial y la polémica propuesta de confiscación de una parte de los ahorros de los chipriotas. Mientras el Parlamento de ese país debatía y rechazaba la quita media del 8% propuesta por Bruselas y el FMI como condición para proceder a su rescate financiero, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunciaba en el Senado que el Gobierno ha decidido resucitar un nuevo impuesto sobre los depósitos que hasta hace unos meses tenían en vigor varias Comunidades Autónomas y cuya gestión se reservó el Gobierno con un tipo del 0%.
El ministro avanzaba que ahora va a imponer un tipo "moderado" a los depósitos bancarios para compensar a las comunidades que se quedaron sin esa palanca para recaudar. Formalmente, este impuesto sobre los depósitos bancarios no tiene nada que ver con el de Chipre porque no afecta a los ahorradores sino que obliga a las entidades de crédito a pagar la tasa en función de los depósitos que capten.
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Pero impacto sobre el ahorrador parece que habrá, porque normalmente, cuando se impone un impuesto de este tipo, el banco o la empresa afectada suele repercutírselo al cliente. ¿Cómo? O bien reduciendo el tipo de interés que ofrece por su dinero o con más comisiones. Y si no, al tiempo.
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Además llueve sobre mojado para el ahorrador. Recordemos que el Gobierno, en una desconcertante ceremonia de la confusión, recomendó a los bancos, a través del Banco de España, que no paguen por los depósitos rentabilidades superiores a ciertos límites, bajo amenaza de obligar a las entidades a dotar más capital si incumplen los límites. Una orden que luego se convirtió en una “recomendación”.
De hecho, el banco supervisor no ha emitido ninguna circular al respecto pero la directriz dada la están siguiendo la mayoría de los bancos, de tal manera que las rentabilidades se están limitando al 1,75% en los depósitos a un año, un 2,25% a los de dos años y un 2,75% a los de plazos superiores. En las cuentas de ahorro, también conocidas como remuneradas, estableció el tope en un 1,25%.
Montoro se ha afanado en matizar que ese nuevo impuesto estatal del que podrán beneficiarse las comunidades autónomas será moderado, "no será muy superior a 0%". La cuantía se corresponderá con la cantidad "exacta que se ha visto mermada por la anulación de los impuestos regionales", dice el ministro, pero el dinero saldrá, claro, de donde siempre sale...
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