El nuevo tributo ‘ecológico’ que nos subirá otra vez la compra y el restaurante
Es un nuevo impuesto ecológico, o así lo llama el Gobierno. Es el último de los más de 30 recargos fiscales que ha subido o creado el equipo de Mariano Rajoy. En este caso el objeto a gravar son los aires acondicionados, en concreto los gases que llevan en su interior para que se genere frio o calor.
Y el sector más afectado por el nuevo recargo, que entrará en vigor en enero, es el de distribución de alimentación, es decir, tiendas, supermercados e hipermercados para los que supondrá un coste de unos 140 millones, casi el 40% de los 340 millones que Montoro prevé ingresar al año con esta tasa. Pero también afectará a la atribulada hostelería, es decir a restaurantes, cafeterías y bares, que también usan neveras de gran capacidad. Será otro factor de presión añadido que puede hacer que suban los precios en la barra y en la mesa.
Porque si no lo hacen, el sablazo de Hacienda lo va a tener que asumir el hostelero, reduciendo beneficio o aumentando pérdidas, y no parece que esté el patio, ni en la distribución ni en la hostelería, para asumir más costes. Basta recordar los malos resultados anunciados por gigantes de la distribución como El Corte Inglés o Carrefour. El grupo español, por ejemplo, ganó en su ultimo ejercicio 171 millones, el 18% menos. Por no hablar de los miles de bares que han desaparecido. Es decir, que indirectamente el nuevo tributo nos va a afectar a todos.
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Se producirá una cadena de recargos. El coste de los gases fluorados se sumará al precio del gas y al IVA, y las empresas que lo suministren lo repercutirán a los compradores. Las tiendas, que a su vez querrán recuperar en todo o en parte ese gasto subirán los precios de los productos en los lineales.
El impacto del nuevo impuesto, y llueve sobre mojado, no será pequeño para todos estos negocios. Según cálculos del propio sector de la distribución, citados por El País, el impuesto le supondrá unos 1.000 euros al año a las tiendas de pequeño formato, entre 5.000 y 9.000 euros al año a los supermercados y hasta 9.000 euros a los grandes hipermercados. Según las cuentas del sector, hay cerca de 20.000 puntos de venta de alimentación en España.
Para el particular, sin embargo, el impacto directo será bastante limitado, ya que quedan exentos los aparatos que usen menos de tres kilos de gas. Según la asociación de consumidores OCU, las instalaciones domésticas de aire acondicionado podrían encarecerse de media unos 65 euros. El aire acondicionado de los coches se libra del tributo. Por ahora la cosa queda aquí, pero Montoro y su equipo barajan crear nuevos impuestos que lleven la etiqueta de 'ecológicos'.
IDNet Noticias
@Jorcha