Yahoo Finanzas El fabuloso negocio de vender comida en las aerolíneas de bajo coste
La venta de alimentos y bebida se confirma como una de las grandes fuentes de ingresos de las aerolíneas low cost. Un fabuloso negocio a tenor de los márgenes que aplican a los productos que comercializan a bordo. En algunos casos superan el 800%.
Y de entre todas las empresas del vuelos baratos, Ryanair y EasyJet son las que mayores márgenes de beneficio obtienen con la venta de comida a bordo de los aviones, según apunta un estudio realizado por el comparador on line de precios Travelsupermarket.com recogido por The Telegraph. Por productos, las mayores diferencias de precio se sitúan en torno a las bebidas calientes, ya que una taza de té en un vuelo de Ryanair puede costar unas 2,61 libras (3,04 euros).
Asimismo, apunta que existe un gran margen de ganancia con el agua, ya que una botella de 330 mililitros cuesta en uno de los aviones 1,80 libras (2,1 euros), un 718% más de lo que cuesta en un supermercado, mientras que la low cost irlandesa cobra 2,61 libras (3,04 euros) por una botella de medio litro, un 690% más. También los refrescos tienden a ser mucho más caros en los aviones, en concreto una lata de 250 mililitros l de Pepsi con Ryanair cuesta 2,18 libras (2,53 euros), lo que representa un margen de beneficio del 848%.
[También de interés: el ranking de los abusos de las aerolíneas en España]
Lo mismo ocurre en el caso de los dulces y los snacks. Así, una chocolatina en un avión de EasyJet puede costar 2,50 libras (2,9 euros), mientras que en un supermercado el mismo artículo supondría un desembolso de 25 peniques (0,3 euros) como parte de un paquete de cuatro. Además, una lata de 40 gramos de patatas Pringles cuesta 2,61 libras (3,04 euros) con Wizzair, unas 2,09 libras (2,43 euros) con Ryanair y unas 1,50 libras (1,74 euros) con Monarch, lo que representa márgenes del 422%, del 302% y del 247%, respectivamente. En cuanto a las bebidas alcohólicas, los precios más altos los registra la aerolínea Thomas Cook.
Estas tarifas abusivas en el servicio a bordo no les impiden mejorar día a día su penetración en el mercado. En España por ejemplo, las aerolíneas de bajo coste acaparan ya el 52,7% de los pasajeros aéreos, aunque la caída del tráfico por la débil demanda nacional y el bajo consumo ha obligado a las 'low cost' a adaptar su oferta para exprimir negocios colaterales, como los productos a bordo, e incluso buscar la captación del viajero 'business'.
La crisis ha propiciado que las empresas opten por compañías de bajo coste para que sus directivos viajen, y estas aerolíneas han ido actualizado su modelo de negocio implementando servicios más exclusivos a un precio más asequible. Entre los principales servicios adicionales, dirigidos a los pasajeros de negocios, se encuentran la elección de asiento, las tarifas flexibles que permiten cambios de reserva y el embarque prioritario en la mayoría de los casos. Por ejemplo en el caso de Ryanair, su beneficio semestral ha caído por la bajada de tarifas y el aumento de los costes, sobre todo del combustible.
Pese a todo la low cost irlandesa facturó 1.342 millones de euros entre abril y junio, un 5% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente, cuando su cifra de negocio se elevó hasta los 1.284 millones de euros. Y en concreto, los ingresos por servicios complementarios crecieron un 25%, hasta los 357 millones de euros, y representan ya el 27% del total de la facturación, gracias a recargos por la reserva de asientos, la prioridad de embarque y las tasas de las tarjetas de crédito. De hecho, los ingresos por servicios complementarios de las aerolíneas han aumentado un 66% en dos años y en 2011 crecieron hasta los 18.230 millones de euros, según un estudio de la consultora especializada IdeaWorksCompany y Amadeus. EasyJet y Ryanair, entre las compañías de bajo coste, aparecen en el 'Top 10 de las mejores aerolíneas en ingresos por esta clase de servicios, según este informe, que analizó hasta 50 compañías.
IDNet Noticias
