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Banco, ¿para qué te quiero? La familia y los amigos son ya es la primera opción para conseguir dinero en España

La banca ha sido el desencadenante de esta crisis brutal, la más larga desde la Segunda Guerra Mundial, y para salir a flote ha necesitado ayudas de miles de millones de euros de dinero público. En España el plan de salvación de los bancos ni está terminado ni está dando los frutos buscados. No sólo el grifo del crédito sigue cerrado un año después del rescate, sino que además se agravan las restricciones a la financiación.

Las entidades no prestan dinero, que es su objetivo básico. Se dedican a sanearse y devolver sus millonarias deudas acumuladas en los alegres años de la burbuja. Las familias y las empresas hacen algo parecido pero cuando quieren pedir dinero ya no van casi al banco, sino que llaman antes a la puerta de su familia y amigos.

Estos son los impactantes datos que arroja la Encuesta Internacional de Hábitos Financieros de ING en su última oleada. El estudio revela que el 40% de las personas que piden dinero prestado recurre a familiares, mientras que el 24% se dirige a entidades financieras. Otras opciones son los amigos (16,9%) y la tarjeta de crédito (16,7%). Es decir, que familiares y amigos copan el 56% de las peticiones de dinero que realizan los españoles, dejando en un discreto segundo lugar a bancos y tarjetas de crédito emitidas por las entidades financieras.

[También de interés: ¿Quién dijo que la banca española está ya saneada? El nuevo agujero que habrá que tapar]

Los últimos datos del Banco de España ponen en negro sobre blanco este problema. La concesión de hipotecas a las familias está sufriendo uno de los mayores retrocesos que se recogen en su estadística. El total del saldo de financiación a los hogares está, además, en su nivel más bajo desde antes del estallido de la burbuja en 2007, con 811.969 millones.

A su vez, el crédito concedido por la banca española a las empresas se ha desplomado un 27% desde los máximos de 2009 hasta mayo. Según el supervisor, el saldo vivo del crédito, que equivale al dinero pendiente de devolver, cayó a 691.481 millones en mayo. Esta cifra es un 15% inferior a la del mismo mes de 2012. El descenso, independientemente de cómo se mida, refleja una caída sin igual en toda la serie histórica, que arranca en 1995.

La dejación de funciones de la banca se produce además cuando más necesario es su papel. Las dificultades para ahorrar por la caída de la renta disponible están forzando a los españoles a pedir prestado. El 52% de los ciudadanos del país reconoce haber pedido dinero en el último año, según el informe de ING. Además, uno de cada cuatro españoles ha visto incrementadas sus deudas, un 18% afirma que se han reducido y el 31% confiesa que se han mantenido estables.

Los pocos ciudadanos que acuden a los bancos cuando tienen necesidades de financiación, ven además cómo se encarecen los créditos. Según los últimos datos oficiales, el tipo medio de los hipotecarios para vivienda está ya en el 4,57%, la cifra más alta en varios años. Y el monto de dinero prestado por las entidades para comprar casas se ha desplomado con fuerza y está ya en 94.000 euros de media. Esta última cifra se explica por dos razones: la bajada del precio de los pisos y las restricciones del prestamista en cuanto al porcentaje de financiación ofrecido sobre el valor del inmueble.

Como no podía ser de otra manera, la contención del gasto es una de las prioridades de este país, como demuestra que un 34,5% los españoles está a favor de intercambiar productos y servicios, el 29% compartiría los gastos del coche para ir al trabajo, el 17,8% compraría ropa de segunda mano y el 14,4% alquilaría una habitación de su casa.

Asimismo, el 62% de los encuestados reconoce haber reducido el gasto de regalos en bodas y primeras comuniones este año. El 65% afirma seguir yendo a estas celebraciones, mientras que un 35% reconoce que han dejado de ir a alguna boda o primera comunión en el último año por falta de dinero.

IDNet Noticias

@Jorcha