Así es la cuestionada España autonómica: el ranking de las regiones solventes e insolventes
Las comunidades autónomas están bajo la lupa de Bruselas y del Gobierno por su delicada situación financiera, la desviación de sus déficits y las dificultades que atraviesan para pagar facturas y financiarse. De hecho, la mayoría no puede pedir prestado al mercado porque nadie les presta dinero.
Los datos en conjunto son una buena muestra del estado del problema. Su endeudamiento global ha crecido en el segundo trimestre, último dato disponible, 2,8 puntos, hasta 150.578 millones, lo que equivale al 14,2% del PIB, el nivel más alto de la serie histórica pese a que el Estado les ha adelantado pagos y aplazado deudas para aliviar su situación.
[También te puede interesar: Toda la información sobre el rescate autonómico]
A su vez, las comunidades autónomas fueron las responsables de la mayor parte del déficit público del año pasado. Por eso, el Ministerio de Hacienda ha obligado a todas las comunidades a aprobar planes de equilibrio financiero que implican subidas de impuestos y recortes de gastos. Durante los primeros seis meses, los ejecutivos regionales han recortado sus gastos no financieros un 7,95% hasta 68.149 millones, más de lo previsto, pero sus ingresos también han descendido más de lo previsto por el frenazo de la economía.
En total entraron en sus arcas 62.000 millones, un 6,6% menos cuando habían incluido en sus planes de equilibrio un aumento del 0,82% para finales del año.
Pero al margen de la foto de conjunto, es interesante separar el grano del trigo, qué regiones están haciendo mejor sus deberes y cuáles peor. Entre las comunidades que han aplicado recortes más severos en lo que va de año destaca Castilla-La Mancha, que ha reducido sus costes un 38,9% durante los seis primeros meses del año. O Baleares, que ha reducido sus gastos no financieros un 27% cuando había previsto en su plan financiero un aumento de sus costes del 3,6%. En el lado de los rezagados está Cataluña, que aprobó en su plan de equilibrio una caída de sus gastos del 13% hasta final de año y hasta junio solo los había recortado un 3,7%.
En el capítulo de ingresos, sobresale la mala marcha de Aragón, que anota un descenso del 13% cuando se había comprometido con Hacienda a que solo bajarían un 3,8%. La Comunidad Valenciana, que pasa por ser una de las regiones con más necesidades de financiación, había estimado que aumentaría sus ingresos no financieros un 9,96%, pero la realidad revela que hasta junio han caído un 13,3%. Castilla-La Mancha está en una situación parecida: había previsto que elevaría sus ingresos un 3%, pero estos han caído un 12% hasta junio.
El lastre de Cataluña
Si analizamos la solvencia, la comunidad más endeudada, tanto en términos absolutos como relativos, es Cataluña, ya que debe 43.954 millones, que equivalen al 22% de su PIB. Le sigue la Comunidad Valenciana, con una deuda de 21.364 millones, el 20,8% de su PIB.
En términos relativos, Castilla-La Mancha y Baleares también contabilizan niveles de endeudamiento altos, del 18% y del 17,5% del PIB, si bien en cifras absolutas su deuda es mucho menor (6.795 y 4.673 millones, respectivamente).
En cifras absolutas, las siguientes mayores deudas son las de la Comunidad de Madrid (17.108 millones) y Andalucía (15.442 millones), aunque el peso de esa deuda es menor, el 9,1% y el 10,7%, sobre sus respectivos PIB.
Todos estos problemas quedan reflejados en el examen que hacen periódicamente las agencias para valorar la solvencia de la deuda de cada región. La última en hacerlo ha sido Moody's y el resultado no deja lugar a dudas.
Andalucía y Extremadura son degradas al nivel de bono basura, pero el golpe más duro se lo llevan Cataluña, Castilla-La Mancha y Murcia, que ya eran bono basura y ahora quedan con la misma nota que tiene la rescatada Portugal y dos por debajo de Irlanda. En el caso de Cataluña y Murcia la bajada es más significativa porque supone una reducción de dos escalones, desde Ba1.
Por el lado de los alumnos aventajados, Moody's ha mantenido invariables la nota del País Vasco en Baa2, dos niveles por encima de la categoría de grado de especulación, así como las de la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Galicia, en los tres casos con un rating de Baa3, el mismo escalón que ocupa la deuda de España. La Comunidad Valenciana aparece también en esta lista con la misma nota que hasta ahora, aunque su B1 la sitúa como la autonomía peor valorada.
De momento, las que han pedido ayuda al fondo de liquidez del Estado para poder seguir funcionando son Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Asturias y Baleares. Estas dos últimas lo pidieron el viernes. Pero es posible que se apunte alguna más. ¿Adivinan quién puede ser la siguiente?