Volkswagen trata de identificar los modelos que utilizan el motor trucado
Se cumple una semana del inicio del escándalo. Siete días en los que Volkswagen comenzó reconociendo un engaño en sus emisiones de gases y por los que ha acabado pidiendo públicamente perdón a todos sus clientes. La crisis, reconocida por la empresa, ha supuesto una amenaza a todo el sector y ha forzado la intervención de los gobiernos europeos. En España ya trabaja una comisión de seguimiento. También investiga el gobierno alemán y Francia ha pedido que los ánalisis de los motores se extiendan a todas las marcas y a toda la Unión Europea. Las víctimas son los trabajadores que se han precarizado y los clientes que han sido engañados. La ministra Royal ya ha sacado la cara por los fabricantes franceses, pero ha anunciado que desde este mismo lunes se realizarán pruebas aleatorias para demostrar que no hay dispositivos de fraude en los motores y para restablecer la confianza. Eso mismo es lo que trata de hacer Volkswagen que hoy elige nuevo presidente tras la dimisión de su máximo responsable por el escándalo y que ya ha asegurado que correrá con todos los gastos para solucionar el problema en los coches afectados.