Vigilar el epicentro de los terremotos
Es la falla más activa de la península ibérica. Ubicada en Alhama de Murcia, se conoce como la 'sima del vapor' y realmente hace honor a su nombre. "Tenemos temperaturas casi de 43 grados, que junto con una humedad casi del 90% hacen unas condiciones muy complicadas", explica Antonio Marcos Nuez, bombero del Grupo de Rescate de Altura de la Comunidad de Madrid. De ahí que haya que ir bien pertrechado para introducirse en sus tan sólo 80 metros de profundidad. El objetivo, colocar sensores a diferentes alturas para monitorizar esta grieta en el subsuelo. "Las fallas generan temperatura y generan también gas. Nosotros queremos ver cuál es la variación en el tiempo de ese gas y de esa temperatura y qué relación tiene con los terremotos y, sobre todo, con los microterremotos que se producen en la zona", cuenta el geólogo y vulcanólogo Raúl Pérez-López, científico del Instituto Geológico y Minero de España. Por el hueco cabe justo una persona. Y una vez dentro se aprecia que no es una sima especialmente angosta, pero la temperatura y los gases obligan a colocarse máscara y botella con aire. Eso sí, llegado a la mitad del recorrido, la caída es completamente vertical, por lo que sólo se descolgará el científico encargado de colocar los sensores que, a partir de ahora, cada 30 minutos, tomarán datos. "Para prevenir necesitamos información. Yo no puedo prevenir si no sé qué está ocurriendo y cómo está ocurriendo", explica Pérez-López. Científicos de todo el mundo podrán así estudiar una falla viva de millones de años de antigüedad. -Redacción-