Un edificio debe pasar la ITE cada diez años
Una simple grieta puede ser una señal de alarma. El edifcio avisa de que algo no va bien cuando las puertas no abren correctamente, cuando se descuadran los cercos o el suelo se desnivela. Cada diez años, una vez que hayan pasado un mínimo de 30 desde la construcción el inmueble debe pasar la ITE. En esta inspección se hace una valoración de la estructura y de las fachadas. Se observa el estado de las cubiertas, el saneamiento y los acceso pero según los propios arquitectos no es infalible e insisten en que las revisiones deberían ser más minuciosas.