Trump, un candidato polémico que puede cambiar de estilo
Donald Trump, si no cambian mucho las cosas en las primarias, y los demócratas no lo remedian en noviembre, podría ser el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Su ventaja sobre sus dos otros rivales republicanos es tan sorprendente, como su discurso. Habrá que ver si continúa siendo tan excéntrico, si finalmente se enfrenta a Hillary Clinton o a Bernie Sanders por la presidencia. De lo que estamos hablando es de que el partido de Abraham Lincoln está a punto de elegir para presidir los Estados Unidos de América a un hombre que se burla de un periodista discapacitado. A un hombre que responde con este ataque a una humorista cuando lo acusan de machista. A un hombre que quiere construir un muro en toda la frontera con México porque considera a sus habitantes. A un hombre, en fin, que se confiesa admirador de Vladimir Putin, que quiere prohibir la entrada en el país a los musulmanes. Y que ha hecho del insulto su arma electoral. Pero él sabe que lo que sirve para ganar la candidatura posiblemente no sirva para ganar el país. Así que empezará a sonar más presidencial, al menos más presentable. El Partido Republicano, entregado al radicalismo desde hace años y enfrentado ahora a su propio Frankenstein, cruza los dedos. -Redacción-