Tensión en la UE por la falta de acuerdo para el reparto de inmigrantes

Europa empieza a tomar medidas para paliar el drama de la inmigración en el Mediterráneo. Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión, deciden acoger a 40.000 inmigrantes de los que han llegado a Italia y Grecia en los últimos meses. Con cuántos se quedará cada país dependerá de la voluntad de cada uno. Más que enfadado estaba el primer ministro italiano por el carácter voluntario sobre reparto de inmigrantes acordado bien entrada la noche. "¿Quién quiere un inmigrante? Si nadie está dispuesto a ayudar nos apañaremos solos", se quejaba Matteo Renzi. Tenemos que demostrar que existe una política europea y no individual. Con las cartas sobre la mesa las diferencias sobre las cuotas que iban a corresponder a cada país según la primera propuesta han hecho saltar las buenas intenciones de los 28 sobre un problema mayúsculo que asfixia a Italia y Grecia. No me importa si es obligatorio o voluntario pero que se repartan, explicacaba el presidente Juncker. Cada día, cada noche hay nuevas llegadas. Los gobiernos se negaban a que las 60.000 personas contabilizadas fueran distribuidas en dos años de acuerdo a cuotas obligatorias según las consideraciones arbitrarias para algunos como España de la Comisión, que tenía en cuenta el tamaño de la economía, la población de cada país, la tasa de paro y los esfuerzos previos en tema de asilo. En el documento final, que se comenzaba a redactar a las tres de la madrugada, no aparecerá el término obligatorio, pero de momento tampoco voluntario. Aún así, los países miembros dicen que el acuerdo alcanzado a concretar en otoño es un paso adelante. -Redacción-