Temer a un nuevo Fukushima

Japón vivió anoche su peor terremoto desde el de Fukushima hace cinco años. Más que un terremoto hay que hablar de una cadena de seismos esta semana en el suroeste del archipielago nipón que deja de momento una veintena de muertos y un numero indeterminado de desaparecidos bajo los escombros El país posiblemente mejor preparado del mundo contra los terremotos intenta recuperarse. Anoche, con 7,3 grados en la escala de richter, se produjo el más grave de una serie de seismos que en las últimas 48 horas ha dejado al menos una veintena de muertos. Todavía hay decenas de personas atrapadas entre los escombros en los que trabajan 20.000 efectivos de emergencias... y lugar para la esperanza. Como este rescate con vida de una bebé de ocho meses. Más de cuarenta mil personas han abandonado sus viviendas, por temor a nuevos temblores y se han acercado a algunos puestos donde el gobierno reparte agua y pan. Las réplicas continúan así que ni siquiera pensamos en lo que tenemos por delante Sacudidas que se han sentido en el aeropuerto que tenido que ser cerrado o que han hecho temblar a los autobuses. Movimientos que han llevado el temor a los japoneses al recordar la tragedia de 2011 en la que murieron casi 16.000 personas. Sin embargo la alerta de tsunami fue desactivada en menos de una hora y la única central nuclear en activo de Japón precisamente ubicada en región afectada, no habría sufrido daños. Pero el peligro no ha pasado. Se ha producido erupción "de pequeña escala" en el monte Aso, un gran volcán activo en la zona. Y para agravar la situciación este fin de semana se esperan lluvias torrenciales y posibles inundaciones lo que aumenta el riesgo de deslizamientos de tierra.