Sólo 159 de los 120.000 asilados que Europa acogerá en dos años han sido reubicados

'Abrid' es el grito que más se escucha en las fronteras europeas. Esta nueva valla servirá para filtrar refugiados de inmigrantes en la frontera entre Macedonia y Grecia. "Nos quedaremos aquí sin comer. Da igual morir aquí o allí", asegura este marroquí. Los enfrentamientos con la policía son frecuentes, pero no desisten. Según la Organización Internacional para las Migraciones, 653.000 personas han llegado a Grecia por mar desde enero. Ayer mismo el Gobierno heleno pedía ayuda para afrontar la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. Esta afluencia masiva llevó a Macedonia a decretar el estado de emergencia en agosto. La estación de Keleti, en Budapest, se convirtió en escenario de avalanchas diarias de inmigrantes, la mayoría empeñados en llegar a Alemania. Los 71 cadáveres hallados en un camión frigorífico en Austria y la imagen del pequeño Aylan ahogado en una playa turca sacudieron las conciencias europeas. Finalmente los Veintiocho acordaron repartirse 120.000 asilados procedentes de los países con más llegadas, en un plazo de dos años. Hasta ahora sólo 159 han sido reubicados. Suecia anunciaba esta semana más controles fronterizos. El Gobierno francés también ha impedido la entrada de más de mil personas tras los atentados de París. El sueño europeo está cada vez más lejos.