Los vecinos de Pradilla y Boquiñeni afrontan la vuelta a casa tras la crecida del Ebro
El Ebro anega la parte nueva de Zaragoza, toda la zona que sirvió para albergar una exposición dedicada, precisamente, al agua tiene ahora una pinta jamás vista. Algunos de los pueblos de esta comarca: Pradilla, Luceni y Boquiñeni se han llevado la peor parte. Este último fue desalojado. Se decidió destruir parte de la carretera para desembalsar y después hubo que construir un puente para que hoy, por fin, los vecinos pudieran regresar. Aliviados, pero muy enfadados por los daños del agua en campos de labor, granjas y demás posesiones. Sin apenas palabras para describir lo que les viene encima, hay algo que tienen muy claro: se podía haber evitado. De ahí un malestar que tardará en pasar, al menos, el tiempo que transcurra hasta recuperar la normalidad. -Redacción-