Los ingresados en el Hospital Provincial de Pontevedra soportan temperaturas de hasta 35 grados
Es un problema que se repite. El Hospital Provincial de Pontevedra es un edificio centenario que, a pesar de algunas reformas, no tiene instalado aire acondicionado en las habitaciones. Y cada año, con el calor, el centro sanitario se convierte en un horno. Los enfemos ingresados en la cuarta planta, la de medicina interna, la mayoría ancianos, son los que peor lo pasan. Hasta 35 grados pueden alcanzarse en las habitaciones. Las ventanas están abiertas, incluso en los pasillos. Los familiares han tenido que comprar ventiladores o llevarlos de casa para aliviar a los pacientes. Las quejas de los usuarios son constantes, porque el problema no se soluciona de un año para otro. Esta vez la dirección del centro ha confirmado que se ha iniciado la compra de ventiladores y refrigeradores de aire. La única solución, de momento, porque, dicen, no tienen presupuesto por culpa de los recortes en Sanidad. -Redacción-