La mató porque le llamó la atención por el ruido que hacía con los videojuegos
Pasaba horas y horas delante de la pantalla enganchado a los videojuegos. Muchos de ellos bélicos. El día del crimen Alberto perdió una partida online y furioso subió a casa de su vecina Saray. Así se lo ha contado al juez. Poco antes ella le había llamado la atención por lo alto que tenía el volumen y por sus gritos mientras jugaba. La agredió hasta la muerte con una azada de jardinería que tenía en su casa. No era la primera vez que los dos jóvenes vecinos tenían una discusión por problemas de ruido. Los investigadores dicen que Alberto tiene un perfil muy parecido al de los "hikikimoris" japoneses. Jóvenes que se encierran y aíslan en sus habitaciones con el ordenador y que casi no se relacionan con nadie. Alberto de 18 años ya ha pasado su primera noche en prisión. -Redacción-