La guerra de divisas, una 'bomba' para desactivar en la reunión del G20
En Moscú están los ministros de Economía y Finanzas de los veinte países más industrializados del mundo, que buscan respuestas a la crisis y soluciones para impulsar el crecimiento y el empleo. Sin embargo, algunos quieren llegar a la meta antes que los demás y apuestan, caso de Japón, intervenir en el mercado de cambio para devaluar artificialmente su divisa y exportar más. “Creo que las políticas de cada país van encaminadas a estabilizar su propia economía para lograr la estabilidad del conjunto de la economía mundial”, dijo el gobernador del Banco Central de Japón, Massaki Shirakawa. Un riesgo, a corto plazo, para la eurozona porque la fortaleza de la Moneda Única, resta competitividad a la maltrecha economía del Viejo Continente. “Todas estas cosas que estamos viendo en las últimas semanas sobre los tipos de cambio de las divisas son inapropiadas, estériles, y en cualquier caso contraproducentes”, señaló el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. La realidad es que el yen ha perdido en cuatro meses casi el 25% de su valor frente al euro, y un 17% frente al dólar. El debate está sobre la mesa, pero incluso dentro de la eurozona no hay una posición común. Alemania prefiere no intervenir y Francia, en cambio, consideraría alguna fórmula para que la fortaleza del euro no suponga otro obstáculo en el camino de la recuperación.