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La distancia entre salarios y facturas aumenta vertiginosamente

La brecha entre salarios y facturas aumenta vertiginosamente desde el inicio de la crisis. Para poder pagar los recibos, las familias tienen que dedicar más dinero de sus ingresos. Desde 2007, hasta 2013, el salario medio ha subido un 12% según el INE. Es casi tres veces menos que lo que cuesta el metro cúbico del agua. Pero pagar algo tan básico como abrir el grifo puede resultarnos más o menos caro según la ciudad en la que vivamos. Las diferencias son de hasta el 180% según las asociaciones de consumidores, porque varían los costes del saneamiento. La luz también se ha disparado, el precio del megawatio se ha encarecido un 70% desde 2007. Las familias destinan un 40% más de sus ingresos a la factura, que antes de la crisis. El gas también se dispara, casi un 30%, teniendo en cuenta la factura anual de una familia media. Supone unos 451 euros al año, aunque puede ser mucho mayor en las zonas más frías. Para un hogar que ingrese el salario medio, de unos 22.600 euros, supone destinar 7 de cada cien euros que ingresa a pagar recibos. Pero hay otros menos favorecidos, los cuatro millones de españoles que, según Cáritas viven en situación de pobreza energética.