La crisis migratoria desborda el centro europeo

El caos se ha apoderado de Tovarnik, ciudad fronteriza entre Serbia y Croacia. Más de 8.000 personas han llegado allí obligados por el cierre de fronteras en Hungría. El ministro de Exteriores húngaro, que prohibió el paso de sus refugiados por su territorio, se permite criticar al gobierno croata. Dice que esta crisis se le ha ido de las manos, que ha perdido el control. Una madre, sola en medio de la noche, amamanta a su hijo aparentemente enfermo, una escena desoladora. Esta anciana espera en su silla de ruedas una oportunidad para llegar a Europa occidental. Las autoridades croatas reparten agua y comida. Y proporciona autobuses para llevar a los refugiados a Zagreb, pero no hay suficientes. Los afortunados que ha podido subirse a uno, podrán pasar al noche a cubierto.El miércoles habrá un nuevo Consejo Europeo para implementar soluciones. Mientras, los líderes de Italia y Francia, reunidos en Módena confían en que se llegue a un acuerdo. Europa se ha creado para destruir muros, no para levantarlos, ha dicho Renzi.Por su parte, Francois Hollande pide que los centros de acogida de refugiados tengan los medios para respetar la dignidad de las personas. Por ahora, Europa está dividida sobre cómo manejar a las miles de personas que huyen de la guerra y la pobreza, sobre todo de Siria.