La cordillera cantábrica mejora su hábitat para la supervivencia del urogallo
Plantación de arandaneras, soterramiento de líneas de alta tensión, instalación de colmenares móviles o la creación de un parque de presuelta, son algunas de las medidas que se han tomado en la vertiente oriental de la Cordillera Cantábrica para favorecer la supervivencia del urogallo cantábrico. El objetivo de esta iniciativa de la Fundación Biodiversidad es frenar el declive de esta subespecie para fomentar su recuperación. En Picos de Europa la presencia del urogallo es escasa, aunque todas estas actuaciones son fundamentales para la conservación futura de la especie. Pero, buena parte del futuro del urogallo cantábrico pasa por el centro de cría de Sobrescobio. Allí este año se van a tomar nuevas medias, como la reducción de la temperatura de las incubadoras para aumentar los nacimientos. El urogallo cantábrico ha desaparecidos del 70% de los lugares que ocupaba hace treinta años. Actualmente solo quedan entre 200 y 300 machos de urogallo en la cordillera cantábrica aunque si se sigue trabajando como hasta ahora, en uno años los expertos esperan que ese número aumente y que se asegure la supervivencia de la especie.