Greenpeace denuncia que el tratado de libre comercio pretende favorecer a las empresas
Un tratado de comercio entre Europa y Estados Unidos para crear una gran zona comercial que impulse la economía. Ese es el objetivo, pero la letra pequeña desvela que ese acuerdo podría poner en peligro la protección a los consumidores y el medio ambiente en beneficio de las empresas. Es lo que denuncian las ONG, movimientos ecologistas y la izquierda, que ha protagonizado grandes protestas contra ese acuerdo comercial. Greenpeace ha accedido a parte de los borradores de la negociación sacando a la luz las presiones de Estados Unidos para que la Unión Europea relaje su regulación. Entre los escollos fundamentales, la salud y el medioambiente. Europa no permite importar carne estadounidense hormonada, por posibles vínculos con el cáncer. Nuestra legislación es más estricta con los pesticidas, herbicidas y con los transgénicos. Estados Unidos pretende que puedan consumirse en Europa plantas y alimentos modificados genéticamente. Los cambios también podrían llegar a la industria de los cosméticos, que en Estados Unidos permite usar animales en las pruebas de laboratorio, algo que Europa rechaza. Los ecologistas denuncian el papel protagonista de las empresas y la industria en la negociación, en perjuicio del consumidor.