Francia identifica a otros dos terroristas y sigue la búsqueda del huido

Un jóven francés rapeando, como tantos otros. Sin embargo es Ismail Omar Mostefai, uno de los tres terroristas que perpertaron la matanza en la discoteca Bataclán. De él quedó la yema de un dedo, unas huellas dactilares y una ficha policial de delincuente común en una localidad de la periferia donde hoy sus vecinos no dan crédito y sólo recuerdan que empezó a ir a diario a la mezquita. Compañero de esa célula yihadista otro parisino, Sami Amimour, imputado por terrorismo en 2012 y sometido a vigilancia policial. Amimour eludió el cerco y la policía perdió su rastro en otoño de 2013. Su padre asegura que fue a por él a Siria el año pasado. Bilal Hadfi se inmoló junto al estadio de fútbol y también había pasado varios meses en Siria como Ibrahim Abdesalam o Ahmad Al Mohammad, cuyo pasaporte, presumiblemente falso, fue hallado también en Saint Denis. Allí habrían sido instruidos por este hombre, el belga Abdelhamid Abaaoud, un militante del Estado Islámico, protagonista de varios de sus videos más violentos, al que la policía francesa sitúa en Siria y al que considera autor intelectual de la masacre de París y al que la policía belga lleva buscando desde que desarticularon en enero una célula yihadista preparada para atentar en el país. El primer ministro francés, Manuel Valls, advierte que "el terrorismo podría golpear de nuevo, ahora, en los próximos días o en las próximas semanas". "La respuesta de la Repúbilca será total" dice el ministro del Interior. Hoy se han practicado 160 registros en toda Francia. Hay decenas de interrogados y todo un arsenal confiscado: lanzacohetes, kalachnikov o pistolas. -Redacción-